Desatinada concentración de un justo reclamo al Gobierno: ¿escuchará el Presidente?

Habrá que ver si el Gobierno nacional toma nota del reclamo que ayer se replicó en los principales centros urbanos del país. No fue una protesta para minimizar, deslegitimar, menos para etiquetar como muchas veces hacen desde el kirchnerismo.

No todo es golpismo, no todo es desestabilizador, gorilismo ni anticuarentena. Es un error poner etiquetas a un momento con tantos elementos y de mucha complejidad para caracterizar un fenómenos.

Los reclamos fueron variados y por supuesto hubo referentes políticos de la oposición que intentaron sacaran una tajada del descontento que hay para con el Gobierno. Se entremezclaron consignas contra la corrupción, la libertad de los poderes, el respeto a las instituciones pero principalmente predominó el malestar de la cuarentena de más de 200 días y sus consecuencias económicas. 

No se vislumbra una salida a la crisis económica y la cuarentena eterna parece haber fracasado en el aspecto sanitario. ¿En estos casi siete meses el Gobierno preparó el sistema de salud público? Parece que no. 

¿Acaso es golpista quién está descontento con el Gobierno y tuvo que cerrar su comercio en los últimos? ¿Es anticuarentena el profesional independiente que hace más de seis meses no trabaja con cierta estabilidad? ¿Es desestabilizador aquel medio o periodista que rechaza el "Observatorio de Medios" anunciado por el kirchnerismo? El Gobierno y sus funcionarios tendrán la difícil tarea de escuchar y prestar atención al reclamo de ayer. 

Independiente de estos elementos y los reclamos que la mayoría pueden sonar justos, ayer fue desatinada e innecesaria una convocatoria con el complejo escenario sanitario que atraviesa el país y Salta. No es momento de hacer ningún tipo de movilizaciones. Es un riesgo que debería evitarse. 

La convocatoria muestra la irracionalidad de minúsculos sectores opositores  que motorizaron la protesta. Al mismo tiempo, se contrapone con el rechazo de miles y miles de argentinos al Gobierno, una expresión genuina de lo que está pasando.

"Disentir con un gobierno es parte de la democracia. Movilizarse, aún con el riesgo que implica en una pandemia, también", escribió ayer el Presidente. Esperamos que en verdad escuche el mensaje de los argentinos.