La inesperada confesión de un testigo en el caso del salteño que murió en un patrullero

Una confesión inesperada y alarmente. Ayer declaró el testigo que denunció haber sido víctima de robo de Cristian Gallardo, el salteño que luego murió en un patrullero. Durante varias horas dio su versión de los hechos y generó malestar en la familia del fallecido. 

El hombre que aseguró que una banda de jóvenes lo atacó y lo despojó de sus pertenencias. 

Con la copia de lo expresado por el testigo, la madre de Gallardo contó que el joven recordó con plenitud algunos detalles llamativos y olvidó otros que están casi probados. Dijo la mujer: "Recuerda por ejemplo las calles por donde el furgón se dirigió, pese a que tiene ventanas pequeñas, pero no recuerda el rostro de los policías que estuvieron junto a él".

"Recuerda los alaridos del detenido, pero aseguró que gritaba sin ninguna razón ya que no vio que nadie que lo golpeara", dijo. Agregó haber presenciado "la totalidad del incidente y aseguró haber estado dentro del furgón donde supuestamente fue castigado el reo, cosa que es inadmisible en un procedimiento policial e incluso afirmó que uno de los policías se metió su celular en el bolsillo.

Además, contó con lujos de detalles cómo Gallardo hirió a un policía pero sostuvo que después de hacer la denuncia a los minutos lo llamaron para decirle que faltaban "detalles" en misma. Al volver, le hicieron una ampliación de su denuncia, pero a esa hora el joven Gallardo ya estaba muerto. Así que el denunciante fue al lugar donde se hallaban los que compartieron el furgón, las supuestas torturas, el abandono de persona, a ampliar una declaración por robo, cuando el supuesto ladrón se hallaba muerto y la policía lo sabía, y sabía además que la causa por robo estaba extinguida. Era un sobreseimiento por muerte".

"Qué detalles faltaban, me pregunto. Ahí la complicidad del declarante está probada", dijo la amargada madre.

Para ampliar este punto, el abogado Rodrigo Escovar dijo que el sujeto "recuerda frases como "no, doncito, no doncito, yo no era'. Otras como "ayudame mamá, ayudame', pero no sabe que decían las mujeres de la casa por ejemplo cuando ingresó la policía. Sí recuerda que Gallardo tenía problemas para respirar en la comisaría. Que lo pusieron boca arriba y que hacía ruido su respiración. Reconoció que le sacaron la coca de la boca pero que jamás lo asistieron".