Ameri, el regalo que nos dejó Leavy: nadie lo votó y llegó a ser diputado

Ayer se hizo conocido a nivel mundial el nombre de Juan Ameri, un tipo que ni siquiera él supo entender cómo, de un día a otro llegó a ocupar una banca en el Congreso de la Nación. 

Con una representación política marginal y con una trayectoria desconocida para la gran mayoría, de la noche a la mañana pasó a ser diputado nacional con la capacidad de nombrar a una decena de asesores. El escándalo protagonizado por Ameri y que es reflejado por todos los diarios y portales del mundo, nos lleva a preguntarnos como personajes de este tipo llegan a ocupar lugares tan importantes en el Congreso de la Nación. 

Muchos salteños se enteraron ayer que este señor que vino de Buenos Aires los estaba representando en la Cámara de Diputados, la gran mayoría no lo conoce y en casa se preguntan, ¿en qué momento lo votamos? Es así señores, Ameri no encabezó ninguna campaña, no vieron ni un afiche de él, su cara no estaba impresa en el voto. Es un desconocido que entró por la puerta de atrás a sentarse en una banca para la cual, sin dudas, no estaba preparado. 

En este sentido el papel de Sergio Leavy no es menor, Ameri es un regalo que nos dejó "el Oso" y su insaciable ambición política. Cuándo había sido electo diputado nacional decidió candidatearse para gobernador y también senador, sin dar espacio a otros dirigentes del Frente de Todos. Aprovechando su buena posición política por el empuje que tiene el kirchnerismo a nivel nacional, Leavy se encargó de poner la cara, empapelar la provincia con su rostro, escondiendo lo que venía detrás, y allí estaba Ameri. Cuando Leavy deja de ser diputado para convertirse en senador a fines del 2019, su banca pasó a ser ocupada por este inefable señor que vino incluido dentro de un paquete que no elegimos y que incluso en ese espacio político había recibido muchas críticas. 

Esta situación nos lleva a pensar algunas cuestiones muy importantes, primero, no sabemos quiénes son nuestros representantes a nivel nacional y mucho menos a nivel provincial. La sociedad desconoce completamente la conformación de las cámaras legislativas. Por otro lado, es tiempo de cuestionarse este sistema político que hace que cualquier persona escondida detrás de una cara conocida pueda llegar ocupar lugares donde se toman decisiones fundamentales para el futuro de los argentinos. 

Seguramente, en medio de una pandemia que hace estragos a nivel mundial, es muy difícil replantearse y debatir una reforma de este tipo, pero esperemos que no sea una discusión que quede pendiente, para que no sigan apareciendo más hombres como Juan Ameri a representarnos en el Congreso.