Wichís luchan por recuperar el Centro Nutricional: "Hay muchas necesidades que saldar"

"Permitieron que se arrebate lo único digno que quedaba en el Hospital de Tartagal, donde muchos niños se salvaban de morir de hambre". Las duras declaraciones pertenecen a Octorina Zamora, referente de comunidades originarias, que en estos momentos recorre Santa Victoria Este a fin de dialogar con todos aquellos que pasaron por ese Centro de Recuperación Nutricional que fue trasladado de su lugar original en el Hospital Juan Domingo Perón.

"Estoy dispuesta a luchar hasta las últimas consecuencias, por lo que pido el apoyo de todos en las comunidades, organizaciones sociales y barriales, como así también de Derechos Humanos a que acompañen este reclamo", instó la dirigente en dialogo con Que Pasa Salta.

Este año, la muerte de al menos 25 niños en las peores condiciones de vulnerabilidad, que actualmente investiga la Justicia de Salta, expuso la triste realidad que por siglos ha castigado a las comunidades indígenas. Zamora, se apostó en el Hospital Juan Domingo Perón con decenas de niños, trabajando codo a codo con los profesionales de la salud solo con el objetivo de no perder ni un niño o niña más. La tarea sería mucho más triste y compleja de lo que las líneas en esta nota puedan describir.

La llegada de la pandemia, fue el motivo que desde el nosocomio esgrimieron para quitar el Centro de Recuperación Nutricional del lugar donde se encontraba. Según se supo, sería trasladado a otro piso, donde los relatos de quienes asisten dan cuenta de muchas incomodidades y carencias. Por esto, las comunidades hoy se levantan exigiendo que se dé respuestas a esta necesidad.

Consultada por la realidad actual en Santa Victoria Este, poco parece haber cambiado. "Este verano será muy duro", exclamó y aclaró "no solo por el encierro y la pandemia, principalmente por la irresponsabilidad de muchos funcionarios".

"Estoy aquí informando a la gente sobre el atropello discriminador y racista de parte del director de hospital, Juan Ramón López, de echar a los niños y arrancarle el derecho de contar con el centro, pero esto no se podría haber logrado sin el apoyo de la ministra de Salud", contó.

"En ese lugar los niños se salvaban de morir de hambre, podían recuperar peso y recibir cuidado de profesionales trabajando con la comodidad que enfermeros y médicos merecen", cerró.