No los dejaron bajar del avión en Salta y vivieron un verdadero calvario para volver

Semanas atrás, luego de que se restringiera la entrada de toda persona a la Ciudad de Salta, un avión que aterrizó en el aeropuerto de Salta tuvo que continuar en vuelo junto a todos los pasajeros. A más de 10 días, ingresaron a la provincia por tierra luego de vivir un calvario.

"Nos hicieron viajar en un colectivo pagado por la provincia junto a 11 personas más que no conocíamos, rompiendo el prolongado aislamiento que mantuvimos solo los 24 trabajadores. Hoy nuestras familias tienen mucho miedo", relató uno de ellos en dialogo con Que Pasa Salta y agregó "no teníamos ya los certificados correspondientes. Incumplieron todo el protocolo".

"Nuestra preocupación es que haya pasado algo en el viaje, ya no éramos solamente nosotros en el colectivo, y ellos no tenían ningún estudio realizado", indicó angustiado.

Pero todo comenzó el 7 de julio, fecha en que aterrizaba el vuelo privado en el que viajaban tras haber cumplido los estrictos protocolos de aislamiento y chequeo médico. "Contabamos con permiso de circulación nacional, certificados médicos, Declaración Jurada, certificado de trabajo y con reserva hotelera para cumplir los días de aislamiento correspondiente y el posterior hisopado pagado por la empresa", continuó.

"Ante la presión y la intimidación desistimos de descender y terminamos en Buenos Aires", explicó Rubén.

En Buenos Aires, fueron alojados por 4 días en un hotel que pagó la empresa, a partir de eso quedaron a su propia suerte intentando por todos los medios llegar con sus familias. Los días pasaban bajo un costo estándar de 14 mil pesos, que solo ellos tuvieron que costear, hasta que Derechos Humanos del gobierno bonaerense consiguieron un hospedaje a donde fueron trasladados en remis, en tanto, realizarían los trámites para volver a Salta.

Los certificados, permisos y la documentación con la que contaban en un primer momento ya habían expirado. El viernes 17 emprendieron viaje a nuestra provincia. "La empresa -Nueva Chevalier- fue contratada por la provincia en las 36 horas de viaje vinimos sin comer, no nos abastecieron de nada, fue inhumano, viajaba una señora mayor que tenía otra enfermedad complicada y estaba expuesta a todos", se lamentó.

"El viaje fue un verdadero calvario, no entiendo dónde está la humanidad que pregonan", resaltó.

De esta manera, Rubén brindó detalles sobre las personas que se encontraban en la misma unidad que los trajo a la Ciudad de Salta: "Venían desde Estados Unidos, Brasil, Chile y Bolivia, no tenía permisos, ni pruebas PCR hechas, estábamos todos en la misma incertidumbre, pero no nos pidieron nunca los papeles, recién en Aunor pidieron DNI a las personas, pero nada más".

"Cuando llegamos en el avión teníamos todo, veníamos de cumplir una cuarentena,y estábamos seguros ahora ya no lo sabemos. Si realmente desearían cumplir los protocolos no estaríamos así", añadió.

Tras estar 36 horas sin comer, el domingo 19 pisaron suelo salteño y a las 5 de la mañana llegaron al hotel donde actualmente están alojados, presos de la desesperación y el miedo esperan no ser víctimas de la negligencia. "Esto lo tienen que saber todos, tienen que exigir más control pero con más responsabilidad. No estamos en contra de la cuarentena pero vemos que ocurren muchas irregularidades y las terminamos pagando nosotros, los ciudadanos y los trabajadores", sostuvo.

Consultado sobre cuál es el control que se les realiza a quienes ingresan a la provincia, Rubén sorprendió con su respuesta: "El primer día nos tomaron los datos y la temperatura, después solo nos llaman por teléfono para preguntar cómo nos sentimos".