Chango quiso evadir un control por la cuarentena, mató a un militar y fue abatido por la policía

Un cabo de la Prefectura Naval fue asesinado de un balazo en la axila mientras realizaba controles vehiculares en el marco de la cuarentena obligatoria en la ciudad santacruceña de Puerto Deseado, y el agresor murió minutos después de tirotearse con policías y de tomar como rehén a una persona en una plaza, informaron fuentes policiales a Télam.

El hecho ocurrió ayer alrededor de las 16.40, cuando agentes de la PNA se encontraban en la calle Colón, entre Belgrano y Moreno, de la mencionada ciudad patagónica.

Allí un joven que fue identificado por la Policía como Pedro Espinoza se acercó al control caminando, tomó a un prefecto por la espalda y le efectuó un disparo con un arma que colocó debajo de su axila, informaron a voceros policiales.

El cabo primero de la PNA, Ricardo Soto, cayó al suelo gravemente herido, mientras Espinoza huyó del lugar, antes de que los uniformados que acompañaban a la víctima pudieran detenerlo.

Soto fue trasladado de inmediato al hospital de Puerto Deseado, donde ingresó a la sala de terapia intensiva y falleció a los pocos minutos.

En tanto, el agresor se dirigió hacia la estación de trenes de Puerto Deseado, desde donde realizó algunos disparos hacia los efectivos que lo perseguían, quienes repelieron la agresión, por lo que se originó un tiroteo.

Luego el joven ingresó a la casa de una familia pero fue sacado por los dueños de la vivienda, por lo que después escapó hacia un gimnasio.

Fuentes policiales informaron que después Espinoza se dirigió a una plaza, en donde tomó de rehén a una persona. Allí la Policía de Santa Cruz y prefectos vestidos de civil lograron encerrarlo y el agresor soltó al rehén, para huir hacia otra plaza contigua.

En ese lugar comenzó a dispararles nuevamente a los agentes, hasta que se le trabó la pistola. Los policías lograron balearlo y finalmente murió en el lugar.

Interviene en la causa el juez Oldemar Villa de Puerto Deseado.