¿De donde surge la cifra de los 30.000 los desaparecidos de la última dictadura?

Durante la última dictadura militar en Argentina (1976-1983), se estima que alrededor de 30.000 personas fueron desaparecidas por el régimen.

Esta cifra, aunque no exacta, se basa en investigaciones exhaustivas realizadas por organismos de derechos humanos, testimonios de sobrevivientes, documentos desclasificados y registros oficiales. 

El número de desaparecidos incluye a personas de diversas edades, profesiones y afiliaciones políticas, quienes fueron secuestradas, torturadas y asesinadas por las fuerzas militares y de seguridad del Estado. La mayoría de ellos aún continúan desaparecidos, sin que se haya esclarecido su paradero. 

Recientemente, el presidente Javier Milei y Victoria Villaruel, su vice presidente pusieron estos datos en cuestión.

Sin embargo, documentos desclasificados después de 30 años en EEUU del golpe militar muestran que los propios militares estimaban que habían matado o hecho desaparecer a unas 22.000 personas entre 1975 y mediados de 1978, cuando aún restaban cinco años para el retorno de la democracia. Esta información fue publicada en el año 2006 por el reconocido periodista Hugo Alconada Mon del Diario La Nación.

Además, los centros clandestinos de detención y tortura que existieron durante la dictadura y reconocidos oficialmente, fueron aproximadamente 800. Se calcula que si solo hubieran pasado 40 víctimas por cada uno de ellos, bastaría para superar los 30.000. Asimismo, la ex secretaria de Derechos Humanos de la Nación, estimó que hubo más de 150.000 efectivos destinados a la represión durante la dictadura, con lo cual bastaría que una brigada de cinco efectivos hubiera capturado a una sola persona en los 7 años del gobierno de facto para alcanzar la cifra denunciada por los Organismos de Derechos humanos.

De cualquier manera, esta cifra simbólica de 30.000 desaparecidos representa el horror y la magnitud de los crímenes de lesa humanidad cometidos durante ese período oscuro de la historia argentina. Es un recordatorio de la necesidad de preservar la memoria colectiva, buscar verdad y justicia, y garantizar que nunca más se repitan tales atrocidades.