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La dura advertencia de la Cámara Argentina del Juguete: 'juguetes truchos'

La Cámara Argentina de la Industria del Juguete, lanzó una advertencia al gobierno de Milei para que lance un marco regulatorio de los mismos.

Gran preocupación expresada por la Cámara Argentina de la Industria del Juguete (CAIJ) sobre la proliferación de juguetes 'truchos' en el mercado local, estimando que aproximadamente el 40% de los juguetes vendidos son de "dudosa procedencia", lo que se considera competencia desleal para las marcas nacionales. 

La cámara está solicitándole al presidente electo, Javier Milei, igualdad de condiciones para competir con los juguetes importados, basándose en un modelo similar al implementado por Donald Trump en Estados Unidos para proteger la producción nacional.

El CAIJ afirma que está lista para competir, pero busca reglas equitativas para lograrlo. Mostraron preocupación por los comentarios de Milei, quien sostiene que el Estado no debería intervenir en las relaciones comerciales privadas, lo que plantea incertidumbre sobre las regulaciones comerciales futuras y el posible aumento de importaciones desmedidas.

La entidad pide igualdad de condiciones para competir, destacando que la industria nacional cuenta con capacidades tecnológicas y recursos humanos para enfrentar la competencia extranjera, siempre que existe un juego justo. En este sentido, apunta a medidas que protejan la industria local frente a competidores extranjeros que pueden producir bajo condiciones laborales que no cumplen con las normas ni aseguran la calidad de los productos.

Además, el CAIJ alertó sobre la presencia de juguetes falsificados en el mercado, algunos de los cuales podrían representar riesgos para la seguridad de los niños debido a su baja calidad y falta de cumplimiento con las normativas de seguridad.

Esta cámara, que representa a 180 fabricantes generando 8000 empleos, busca reformas estructurales para simplificar la carga tributaria y laboral, eliminar trabajos burocráticos y mejorar la competitividad de las pymes. También señala la necesidad de un tipo de cambio competitivo que no favorezca las importaciones en detrimento de las exportaciones locales.

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