Jubilada no puede pagar el alquiler y ahora vive en la Terminal: no tiene familia

Ana, de 79 años, depende de una modesta pensión de jubilación y la pensión de su difunto esposo para sobrevivir, ya que su hija falleció en 2014. Sin embargo, enfrenta un grave problema debido a la reciente ley de alquileres aprobada el 11 de octubre. El propietario de su vivienda aumentó el alquiler de $80.000 a $170.000, una suma que Ana no puede pagar.

Ana está angustiada por la perspectiva de quedarse sin hogar y lo único que hizo fue optar por vivir en la Terminal de Ómnibus para resguardarse de las inclemencias del clima. En medio de su desesperación, le habló a su hija en un pequeño altar que creó y le pidió ayuda, expresando: "Ayúdame, no quiero estar en la calle".

Los gastos de alquiler, expensas y impuestos han aumentado tanto que Ana no puede afrontarlos. Ella sostiene que puede pagar hasta $100.000, pero más allá de eso, su supervivencia se ve comprometida.

Además de esta difícil situación, Ana lleva 10 años luchando con Anses debido a que la pensión que recibe por su esposo fallecido es menor de lo que le correspondería como ex jefa de una fábrica metalúrgica.

La angustia ha afectado gravemente su salud, dejando de controlar sus problemas cardíacos. Ana teme estar en la calle y su voz se quiebra mientras expresa su desesperación y llanto.

Se ha proporcionado un número de teléfono (351-3339952) para aquellos que deseen colaborar.