Una familia necesita más de $40 millones en efectivo para acceder a una vivienda

Comprar una vivienda con crédito hipotecario volvió a ser posible en Argentina, pero no es accesible para todos. Pese a que abril marcó un récord de escrituras en Buenos Aires -el mejor en 25 años-, muchas familias se encuentran con trabas al intentar acceder a un préstamo.

Según explicó Matías Bettatis, especialista en Real Estate, para comprar una propiedad de u$s100.000, una familia necesita tener al menos u$s25.000 de ahorro previo (equivalente a unos $29 millones) y otros u$s10.000 para cubrir gastos asociados como escribanía, impuestos y comisiones. En total, el desembolso previo al crédito ronda los $40 millones.

A esto se le suman las exigencias de los bancos. Las cuotas de los créditos actuales ajustados por UVA rondan los $800.000 mensuales. Para poder calificar, una familia debería demostrar ingresos de al menos $2.100.000 mensuales si toma el préstamo a 30 años en el Banco Nación. En bancos privados o a plazos más cortos, esa cifra puede superar los $3.600.000.

Aunque más de 20 entidades financieras relanzaron sus líneas de crédito hipotecario desde el año pasado, aún hay muchos obstáculos. Entre ellos, la burocracia, la demora en la aprobación de carpetas y la falta de confianza de las propias familias para asumir un compromiso a largo plazo en un país tan inestable.

El crédito ayuda, pero no reemplaza el ahorro. Ese sigue siendo el gran límite para muchas familias argentinas que sueñan con la casa propia.