Tensión en la frontera por nueva cooperativa de chalanas: denuncian que es ilegal

Un nuevo conflicto fronterizo se desató ayer en la localidad salteña de Aguas Blancas, luego de la irrupción de una cooperativa de chalanas "argentina" conformada en su mayoría por ciudadanos bolivianos que accedieron a DNI argentinos sin residir efectivamente en el país, según informó ElTribuno. 

La situación alteró la dinámica habitual del servicio náutico que diariamente conecta esa ciudad salteña con Bermejo, en el departamento de Tarija, Bolivia. Como se sabe, las chalanas -embarcaciones utilizadas para el cruce fluvial de turistas y mercadería- operan bajo un sistema de turnos regulado entre cooperativas bolivianas y argentinas.

Según indicaron fuentes locales, la nueva cooperativa fue incorporada al grupo de operadores argentinos, desplazando en los turnos de zarpe a las embarcaciones bolivianas. Esta situación fue duramente cuestionada tanto por los chalaneros argentinos -que la tildaron de "trucha"- como por sus pares bolivianos, que elevaron un enérgico reclamo ante la autoridad naval en Bermejo.

En respuesta, y en lo que se interpretó como una medida de represalia, la autoridad boliviana ordenó el secuestro de varias chalanas argentinas, lo que generó corridas, tensión y confusión entre los turistas que cruzaban en ese momento. La Prefectura Naval Argentina también intervino, elevando la tensión en la zona.

Durante varias horas, el Puerto de Chalanas quedó cerrado, y los operadores bolivianos denunciaron que la Prefectura les impidió atracar en los muelles de Aguas Blancas, situación que podría derivar en una intervención diplomática de Cancillería, según expresaron voceros del sector.

Pasado el mediodía, los servicios fueron restablecidos parcialmente, aunque la atmósfera de tensión persiste sobre la línea fronteriza. La principal crítica apunta a la falta de controles migratorios efectivos y al presunto uso irregular de documentación argentina por parte de ciudadanos bolivianos para constituir cooperativas sin verdadera radicación en el país.

El conflicto evidenció la fragilidad institucional y la presión social y económica que atraviesa esa frontera, utilizada masivamente por turistas que viajan a Bermejo en busca de precios más accesibles en mercadería y alimentos.