Gran oportunidad

Pequeño pueblito busca familia que se haga cargo de un almacén abandonado

El dueño ya recibió más de 30 mails con proyectos para el local. Su estructura está intacta.

Las oportunidades están en el lugar menos pensado. Una localidad perdida del sur de la Provincia de Buenos Aires, ubicada a 33 kilómetros de Coronel Pringles, ofrece en alquiler su almacén para que una familia se instale y tenga emprendimiento propio.

En El Pensamiento viven apenas 4 habitantes. Un mecánico retirado con su esposa y una pareja de jubilados que resiste en el lugar en el que nacieron y tienen todos sus recuerdos. Además, funciona una escuela con una directora maestra y 7 alumnos que vienen desde los campos cercanos a la localidad.

La resurrección de El Pensamiento

Para llegar a El Pensamiento hay que tomar una ruta de tierra desde Coronel Pringles y hacer 33 kilómetros rodeado de campos de soja, maíz . En la zona, hay otros parajes rurales que se convirtieron en centro de encuentro para grupos de motoqueros o ciclistas que llegan a pasar el día o el fin de semana en la pampa bonaerense.

Pero en El Pensamiento está todo por hacer. Las mayorías de las casa fueron saqueadas al quedar deshabitadas La luz llega solo al colegio.

En la escuela de El Pensamiento estudian 7 alumnos que llegan desde los campos cercanos

Raúl Alfano es el dueño del local que ahora puso en alquiler. Su familia tiene un reconocido almacén, llamado Colón, de ramos generales. Fue fundado en 1903 y en el primer momento, ofrecía de todo desde vajilla, bombachas de gaucho, alimentos hasta elemento de las monturas de los caballos.

Con el tiempo, el emprendimiento se convirtió en supermercado en el centro de Coronel Pringles. "En 1930 mi abuelo extiende el negocio que ya tenía y abre el negocio en El Pensamiento -relata el hombre en diálogo con Infobae-. En ese momento el pueblo tenía mucho movimiento. Llegaba el tren, muchos trabajadores del campo que llegaban para las cosechas y comercios de todo tipo".

En la década del 60 dejó de pasar el tren y con las nuevas maquinarias para las cosechas cada vez menos personas llegaban a trabajar en los alrededores de El Pensamiento. Alfano alquiló el almacén hasta mediados de los 90 y desde ese momento, quedó abandonado a su suerte. Los pocos pobladores que aún permanecían debían ir hasta Coronel Pringles para comprar alimentos.

Los ciclistas que llegaron hasta El Pensamiento posan con las latas de galletitas que quedaron abandonadas en el almacén.

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Comentarios

  • TRONCHATORO VERGATIESA

    ¡AHÍ ASUSTAN! NO VAYAN. La semana pasada, casi anocheciendo, pasé por ahí y escuché que alguien se quejaba adentro. Tomé coraje y pregunté: "Almita que andás penando, ¿qué andás necesitando?" Y gritó: "¡PAPEL PA LIMPIARME EL CULO!"

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