A tener precaución

Alerta por brote de Streptococcus: los síntomas de la bacteria que se "esconde" en la garganta

Durante las últimas dos semanas, se notó un marcado incremento en la cantidad de personas afectadas, con al menos un deceso diario. Cómo ataca la enfermedad.

El Ministerio de Salud de la Nación informó la presencia de un nuevo brote de la bacteria Streptococcus Pyogenes. En los últimos 15 días, se observó un notable aumento en el número de afectados, registrándose al menos un fallecimiento diario a causa de esta enfermedad. El Streptococcus es conocido por ser el agente causal de la faringitis y amigdalitis, condiciones que conjuntamente se denominan faringoamigdalitis.

¿Qué es la Streptococcus pyogenes?

Esta bacteria es comúnmente hallada en las mucosas, como la garganta o la piel. Como resultado, puede desencadenar infecciones como la faringitis aguda o trastornos cutáneos. En la mayoría de los casos, no suele ser maligna; sin embargo, esta situación puede cambiar si la bacteria experimenta una mutación genética o si el paciente infectado tiene un sistema inmunológico debilitado o presenta comorbilidades, como la diabetes.

¿Cuáles son los síntomas?

Los individuos que suelen contraer esta enfermedad comienzan con dolor de garganta y la aparición de puntos blancos con pus en la misma área. También pueden presentarse manchas rojas en el paladar de la boca. Posteriormente, pueden experimentar fiebre superior a los 38 grados. Asimismo, es común que los ganglios en el cuello se inflamen. Incluso, algunos pacientes pueden experimentar dolor abdominal, acompañado de cólicos.

¿Cómo se detecta?

Un método rápido para identificar la presencia del antígeno es a través de una prueba inmunológica, que confirma o descarta la presencia de la bacteria en tan solo 20 minutos. Otra opción es la prueba de cultivo, en la que se toma una muestra con un hisopo para analizar una porción de las amígdalas y los pilares. Este proceso tarda 24 horas en ser evaluado en un laboratorio.

¿Cuál es el tratamiento?

En caso de confirmarse la presencia de la bacteria, el tratamiento de elección es la penicilina, ya que hasta el momento no se ha detectado resistencia a este antibiótico. En situaciones de complicaciones supurativas, se puede considerar el uso de clindamicina, que también es una alternativa para pacientes alérgicos.

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