Una sicaria de Los Zetas confiesa que tenía sexo con cadáveres
contó su historia desde la cárcel de Baja California, México.
La Peque confesó que empezó su trabajo como "campana", es decir una persona que avisaba a los traficantes sobre la posición de los patrulleros y controles de seguridad.
Según medios internacionales la mujer confesó que cuando trabajaba para los Zetas mantuvo relaciones sexuales con cadáveres y que incluso llegó a beberse la sangre de hombres que fueron decapitados por los traficantes.
El portal RT publica que, “la sicaria admite que comenzó a “excitarse, rociarse y bañarse” con la sangre de las víctimas a las que asesinaba, hasta el punto de utilizar “tanto las cabezas cortadas como otras partes de los cuerpos para darse placer”.
Cuando tenía 15 años, la mujer se quedó embarazada de un hombre de 35. Para mantener a su bebé tuvo que prostituirse para después unirse al grupo de delincuencia organizada.
La Peque se encuentra recluida en la prisión de Baja California en donde cumple detención a la espera de juicio.
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