Nació con cinco meses camino al sanatorio

Natalia (37) tenía un embarazo controlado, todo parecía indicar que José Manuel iba a llegar al mundo de acuerdo a lo previsto. La madrugada del 30 de marzo ella comenzó a sentir fuertes dolores, ante la desesperación y el miedo, su esposo la llevó urgente a la guardia del Instituto Médico de Alta Complejidad (IMAC), pero el bebé de cinco meses de gestación se adelantó y nació en el vehículo camino al sanatorio.

Inmediatamente, los profesionales de la clínica recibieron a la criatura, que se hallaba con el  cuerpito helado y a su mamá inmersa en un ataque de nervios. “Mi esposo nos bajó del auto a los dos, fue una situación desesperante, llegamos a la puerta de la guardia del IMAC. Me recibieron a mí y envolvieron a mi bebé rápidamente para llevarlo a terapia pediátrica. Los médicos y las enfermeras le salvaron la vida a mi bebé, para mí es un pequeño gladiador”, comenta Natalia.

La mamá recuerda que tuvo un embarazo cuidado debido a que tenía el cuello del útero corto, por lo que visitaba periódicamente a su obstetra. Sin embargo, como en su anterior embarazo no tuvo ninguna complicación suponía que con su segundo bebé todo iba a transcurrir de acuerdo a lo previsto, teniendo los recaudos indicados por su médico.

“Al principio tuvimos mucho miedo. Como mamá una nunca espera que pase esto, yo pensé que iba a llegar a los nueve meses y que todo iba a ser normal, pero las cosas se dieron así. Estoy agradecida a Dios y a los profesionales de la clínica. Tenerlo en mis brazos y sentir su calor es maravilloso”, expresa Natalia mientras acaricia a José Manuel.

Hoy, el bebé se encuentra controlado y evoluciona día a día. “Nació con 1,070 kg. y va ganando peso a medida que pasan los días. Las enfermeras lo cuidan y lo miman y él reacciona, mueve sus manitos y me abraza”, concluye emocionada la mamá.