Día clave

Se conoce el veredicto a Milagro Sala por el escrache a Gerardo Morales

En los alegatos, la querella pidió ocho años de prisión y la fiscalía, tres. Ante el tribunal, la dirigente de la Tupac Amaru denunció que el Gobernador la persigue porque "ella organizó a los pobres".

Una característica de los juicios que afronta Milagro Sala es la presencia constante de personas llegadas desde Buenos Aires, incluidos algunos notables, relacionados todos con el gobierno anterior. Vienen con dos propósitos: apoyar a la líder de la Tupac Amaru y atacar simultáneamente al Gobierno provincial del radical Gerardo Morales.





 



Se trata de funcionarios, legisladores  y militantes kirchneristas, incluido el secretario de Derechos Humanos de Santa Cruz, Horacio Pietragalla, que (vaya paradoja) destrozó a trompadas el rostro de un policía. Llegan para provocar violencia en procura de una foto que los victimice. Lo hacen apoyados por reputados mentirosos profesionales que vienen a construir un relato idílico, fantasioso y romántico de Milagro Sala. Ese relato que se disuelve como el hielo en el agua cuando se confronta con los testimonios de quienes describen la realidad de violencia, prepotencia y amenazas que padecieron durante años a merced de la Tupac Amaru y su líder.



Esa violencia no excluyó a los periodistas entre sus víctimas, el equipo de Lanata la sufrió hace un tiempo. Y por si hacía falta alguna prueba del desprecio que sienten hacia la libertad de opinión, el orden y la justicia, permítanme recordar que un militante de la Tupac Amaru me insultó soezmente y me pegó en plena sesión de un juicio a Sala, en vivo y en directo por la televisión, ante el tribunal, la policía y los periodistas locales y nacionales.



Aunque el lobby kirchnerista logró importantes apoyos internacionales al reclamo de libertad de Milagro Sala, se escucha aquí la justificada queja de que esos organismos se apresuraron a pronunciarse sin consultar previamente a los jueces que la encarcelaron y mucho menos a los numerosos jujeños que se declaran víctimas de violencia, avasallamiento y amenazas por parte de Sala y sus colaboradores.



Y aunque la primera detención -enseguida revocada- tiene aspectos por lo menos discutibles, no hay que soslayar que ella está presa porque la justicia le dictó la prisión preventiva en otras tres causas. Se considera que existe semiplena prueba no solamente de corrupción por los millones que se desviaron dejando sin construir miles de casas, sino de la responsabilidad de Sala como partícipe o instigadora en delitos de agresión física y hasta de homicidio en grado de tentativa. 



Para que quede claro: Milagro Sala tiene ocho causas abiertas ante la Justicia Federal, por un lado, y ante la Penal y Contravencional de Jujuy por otro.



1) Como instigadora del escrache violento al entonces senador y hoy gobernador Gerardo Morales, cuya sentencia se dictará en horas.



2) Ante la justicia Contravencional por el acampe de 3.000 personas durante 52 días a partir de diciembre frente a la Casa de Gobierno. Que finalizará la semana entrante.



3) Ante la justicia Penal por el mismo acampe por instigación a cometer delitos, entorpecimiento del transporte terrestre y tumulto.



4) Por corrupción, imputada de Asociación ilícita, Fraude a la Administración y Extorsión, por apoderamiento de fondos por 60.000.000 para viviendas que no se construyeron. (Con prisión preventiva).



5) Megacausa por corrupción, imputada por Fraude por 700.000.000 por 1836  viviendas sin construir, junto al ex gobernador Eduardo Fellner (Abuso de autoridad, Fraude y Falsificación ideológica) y otros.



6) Como partícipe en el delito de Lesiones graves en julio de 2006 a Cristian César Arias. (Prisión preventiva).



7) Acusada de Tentativa de homicidio en 2015 contra Beto Cardoso, como instigadora. (Prisión preventiva).



8) Causa denominada De los pibes villeros, por la apropiación de 14.000.000 de fondos nacionales desde el Banco Nación, que quedó filmada en video. (La Fiscalía pidió la elevación a juicio).



Como en dos juicios anteriores, Milagro Sala volverá a sentarse en el banquillo de los acusados por delitos de gravedad creciente.



La fortaleza que le presta la utilización de la imagen que le construyeron en el exterior, se convierte en debilidad por las pruebas abrumadoras que pesan en su contra por corrupción y violencia. Está floja de papeles, y por eso su principal y casi único argumento de defensa es achacar todo a una persecución política del gobernador Morales. Un argumento remanido de los que saben que son culpables.



Pero queda bien en claro que NO está presa por Milagro.

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