Paz electoral, posturas friendlys y cautela con vistas al 2019: los condimentos de las legislativas en Salta

En un escenario por demás incierto nadie arriesga nada y la previa a las elecciones legislativas de este año son expresión de ello. Las razones son varias.

El Gobierno nacional y la oposición justicialista juegan a provincializar la contienda. Si son derrotados, los gobernadores o sus referentes provinciales son los que pierden. También abren la posibilidad de frentes electorales más amplios, según la coyuntura de cada distrito.

 Juan Manuel Urtubey mantiene vivas sus pretensiones nacionales y necesita una victoria al menos en las bancas que se pongan en juego para el Congreso Nacional. Para eso, se posicionó como un opositor friendly de Macri. Mantiene lo más ordenada posible la tropa y sin internas en Salta; especula un posible acuerdo con el senador nacional Juan Carlos Romero (o al menos no tener enfrentamientos) y tiene una relación cordial con Gustavo Sáenz.

Quiénes aspiran a suceder a Urtubey en el 2019 son cautelosos en las legislativas. Su hermano José ya descartó ser candidato para este año. El jefe de Gabinete Carlos Parodi levantó mucho su perfil, se muestra en el interior apostando un armado con los intendentes pero no se involucra en las próximas elecciones. Gustavo Sáenz encabeza encuestros con dirigentes ligados a la oposición en Salta y mantiene enfocada sus energías en la gestión. También mantiene una buena relación con la Provincia e intenta no entrar en enfrentamientos ni contradicciones.

Si bien comenzó el principio de fin de ciclo de Urtubey frente a la Provincia, continúa siendo el líder y las voces disidentes dentro del oficialismo aún suenan muy por lo bajo. El Partido de la Victoria amaga con abrirse por diferencias en la estrategia electoral y los lugares a ocupar en la lista. En la semana, diputados nacionales (Pablo Kosiner y Javier David) tuvieron posturas diferentes a Urtubey, posturas más opositoras que el propio gobernador como consecuencias de los cargos que les toca ocupar.

En la provincia, el kirchnerismo (ex socios del Gobierno en Salta) critican con fuerza al gobernador y sus funcionarios. Sin embargo, es por demás modesta la influencia que tienen esos espacios.

Estos elementos ayudan a configurar un escenario legislativo por demás light para unas elecciones que servirán para reacomodar el mapa político en Salta, donde algunos de los derrotados no tendrán otra alternativa que irse a casa.