Nueva estrategia sindical de Macri

Libera fondos a gremios dialoguistas para capacitar desocupados

Bajo la forma de recursos financieros para organizar cursos y talleres, el Gobierno da un gesto concreto de acercamiento hacia sectores que sostuvieron una postura más abierta al diálogo.

En medio de las tensiones irresueltas con la CGT, el Gobierno optó por profundizar su estrategia de un acercamiento sectorial con los gremios dialoguistas.



Con ese fin lanzó un ambicioso plan de capacitación que implicará fondos extra para que las organizaciones formen a sus afiliados, pero que además, como novedad, apunta a incorporar a los sectores informales y desocupados.



Se trata de los subsidios que maneja la secretaría de Empleo del Ministerio de Trabajo, a cargo de Miguel Ponte, para financiar los cursos y talleres que realizan los sindicatos en sus institutos y escuelas de formación profesional. A través de dichos programas, la cartera laboral busca aceitar lazos con un grupo de organizaciones que tienen acuerdos con el área de Ponte y debilitar a la central obrera luego de la huelga general que lanzó el 6 de abril.



La iniciativa fue presentada durante el "Encuentro Nacional de Consejos Sectoriales" realizado en Buenos Aires, según informa iProfesional. Allí el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, y el subsecretario de Políticas de Capacitación, Conrado Reinke, encabezaron la firma de un acuerdo con empresarios y sindicalistas para lanzar una veintena de esos organismos, destinados a promover la formación profesional y la "institucionalización del diálogo social". 



"Es necesario integrar a los Ni-Ni, el Estado tiene que rescatarlos y darles herramientas para que puedan desarrollarse", dijo Ponte en el evento que también lo tuvo como uno de los protagonistas. De ese modo, el secretario de Empleo, un ex directivo del grupo Techint, volvió a escena, luego de impulsar el Plan Primer Empleo -hoy frenado en Diputados-, promover un nuevo sistema de pasantías y quedar envuelto en la polémica tras comparar los despidos con "comer y descomer".



Del encuentro participó por el sector privado el vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja, mientras que por la parte gremial estuvo Gerardo Martínez, (Construcción, Carlos West Ocampo (Sanidad); Mario Manrique (Metalmecánicos); Omar Maturano (La Fraternidad), Luis Hlebowicz (Pasteleros); Argentino Geneiro (Gastronómicos); Hugo Benítez (Textiles) , Roberto Coria (Portuarios), y Jorge Daniel Aruto (Dragado).



Aunque acotada, la delegación sindical reflejó la participación de las diversas facciones de la CGT ("independientes", moyanismo, "gordos" y el sector de Luis Barrionuevo). Incluso, de quienes quedaron por fuera, como es el caso del Movimiento de Acción Sindical (MASA), integrado entre otros por el gremio metalmecánico Smata. Su titular, Ricardo Pignanelli, se quejó la semana pasada por las suspensiones y reclamó ayuda para "capacitación".



La gestión del ex ministro de Trabajo Carlos Tomada ya había puesto en práctica una política selectiva de seducción mediante la entrega de distribución de fondos de formación para mantener a raya a buena parte de los gremios. La diferencia, esta vez, es que los funcionarios macristas se proponen una meta más audaz, con la integración de la "economía popular" a las actividades de entrenamiento laboral.



Tal como lo reconoció Ponte en el evento, uno de los principales blancos del proyecto, que sería implementado a partir de mayo, son los movimientos sociales que "no tienen cobertura y lo único que reciben es un subsidio". La idea es que los beneficiarios de planes se sumen a la inmensa estructura de servicios e instituciones que posee el movimiento obrero, una vía a la vez para encolumnarlos detrás de los sindicatos y quitarle poder de fuego a los grupos piqueteros.



"La iniciativa es muy buena y estamos dispuestos a acompañarla para entrenar a trabajadores de la informalidad", dijo a este medio el titular de la Asociación Obrera Textil, Hugo Benítez.

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