Melisa Martel

Que Pasa Salta
La Salta que atrasa

El aborto es de la víctima, no de la moral estatal

Corriendo tras la liebre: ¿porque el Estado no garantiza el aborto no punible? ¿Los derechos de la niña violada dónde están? Tiene 12 años y está embarazada de 6 meses: la Salta que atrasa.

Aborto, a-b-o-r-t-o que palabra tan espeluznante para la mayoría de la sociedad ¿no? Una palabra que genera controversias, indigna, asusta, es tabú porque “hay temas de los que mejor ni hablar”. ¿Por qué? Porque la moral es intangible pero pesa plomo.



Y es que en estos días el debate y la temida palabra volvió a desempolvarse y quedó a la intemperie  tras la denuncia de un diputado provincial por un embarazo infantil. Otra vez en Salta, otra vez el norte, otra vez la comunidad wichi… escenario donde una pequeña de doce años fue ultrajada por hombres criollos y, producto de tal violación, hoy transita su sexto mes de embarazo. Otra vez Salta, la conserva, y su poco tacto para brindar asistencia y garantizar los derechos de las mujeres.



Esta situación, que nos atraviesa a todos,  escapó de las manos a más de un funcionario y es por eso que ahora, cuando las papas queman,  entre todos pasan la pelota deslindando responsabilidades. Desde Derechos Humanos aclaran que la primera medida debió tomarse desde el Ministerio de Salud. La Justicia ampara su inocencia por la carencia de pedido de interrumpir la gestación  por parte de la familia. ¿El, ella, todos o nadie tiene la culpa?



Argentina tiene un fallo denominado F.A.L., dictado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que fue el puntapié inicial para terminar de dar el giro de tuerca al artículo 86 del Código Penal que establece desde 1921 el aborto no punible para casos de violación. En una primera sanción, la normativa establecía la no punibilidad de los abortos en casos de mujeres violadas, idiotas o dementes, pero a partir del año 2012 el derecho se hizo extensivo a cualquier mujer, adolescente o niña que quedará embarazada tras ser abusada sexualmente. Es meritorio destacar, que entre los puntos del fallo, queda explícitamente marcada la necesidad del Estado de brindar la información para tales casos, garantizando el cumplimiento de la ley que ampara los derechos  de toda mujer.



Entonces pregunto, si existe un sistema de salud que trabaja con agentes sanitarios en las comunidades wichis ¿nadie se dio cuenta de la grave situación por la que atravesaba la niña? Si se hizo la denuncia de violación, en noviembre cuando la pequeña fue abusada ¿Por qué no se tuvieron en cuenta las medidas necesarias para cuidar su integridad física?



Recién en estos días, con un embarazo de seis meses, cuando se conoció el caso se movilizaron propios y ajenos al lugar para determinar los pasos a seguir. Una vez más en Salta corremos detrás de la liebre, mientras esa niña cargará con la inoperancia de un Estado conservador y moralista que esconde en los cajones lo establecido por un fallo judicial.



“No le compete(al Estado) solicitar el aborto no punible, que deberían haberlo solicitado los padres o tutores”, explicaron desde Derechos Humanos. Ahora bien, si no se cuenta con personas que hablen la lengua de la comunidad para poder acceder a la Cámara Gesell, ¿cómo es posible que los padres de la niña pudieran conocer este derecho si no había quién se los enseñará? ¿En esas zonas, donde lamentablemente es monera corriente  la violación a niñas y mujeres, saben de la posibilidad de interrumpir los embarazos por abuso?



Estadísticas nacionales dejaron a la luz el lamentable ranking que lidera Salta en materia de violaciones y, paradójicamente, según la A.D.C - Asociación por los Derechos Civiles es la provincia con el protocolo para abortos no punibles que más se aleja de los estándares sentados por la Corte en el fallo “F., A. L”.  Los dos extremos en un mismo lugar: la Salta que atrasa.

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