JM Chalabe

Que Pasa Salta
Separar la paja del trigo

Derechos humanos solo para delincuentes: el debate que reabrió la condena a los policías torturadores de Güemes

En la semana seis policías fueron condenados a penas de hasta 12 años de prisión por torturar a dos jóvenes.

Fuentes de General Güemes afirman que ayer marcharon cerca de seis mil personas con una consigna principal: pidiendo justicia por Rocío, una adolescente que fue violada en esa ciudad cuando tenía 9 años. Hoy su familia pide que se reabra la causa. En el masivo pedido se entremezcló otro sentido reclamo. "Libertad para los policías"





En la semana, seis policías fueron condenados a penas de hasta 12 años de prisión por torturar a dos jóvenes en una comisaría de General Güemes. Uno de los jóvenes fue quién violó a Rocío. A su vez, el Estado provincial deberá indemnizar a una de las víctimas con 110.000 pesos. 




La idea apareció con fuerza de nuevo. Los derechos humanos son solo para los delincuentes. El planteo es falso.




En el país se violan cada día, y de modo gravísimo, los derechos de los que cometieron (o son acusados de haber cometido) delitos, particularmente si viene de proviene de un sector popular de la sociedad. Esas violaciones incluyen detenciones por años de personas a las que no se comprobó jamás un delito; la privación de libertad a personas que han cometido delitos menores, y condiciones extremas, brutales, violentas para los que ya están encerrados. El abogado y sociólogo Roberto Gargarella describe que, "si hoy tenemos un  problema grave en materia de inseguridad, entonces, sin dudas, ése no es el de que el Estado argentino se está excediendo en la protección de los derechos de los delincuentes".





Detrás se esconde un pensamiento complejo. Hay que cuidar los derechos de "los buenos ciudadanos" y reducir los cuidados básicos hacia los delincuentes. Aquí es donde se justifica la tortura o al menos se la considera un "error humano".



Por eso, hay que separar la paja del trigo. Que la Justicia le caiga con todo el peso de la ley a los violadores es correcto. Es necesario la reapertura de la causa de Rocío y que los culpables paguen su condena. Pero de ninguna manera es justificable la tortura a presos que nos remontan a las épocas más oscuras de nuestro país. Se trata de un abuso de los efectivos en función por donde se lo quiera ver.





El argumento de no respetarle derechos a quien no los respetó es falso. La obligación del Estado de garantizar los Derechos Humanos no puede supeditarse a la conducta del autor. Una de las mayores virtudes de los Derechos Humanos es que no se merecen, sino que se tienen independientemente del comportamiento. 

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