América: 500 años tratando de encontrar un lugar en el mundo

Un aniversario más, 524 años desde aquella hora que cambió la historia del mundo y sumo a la historia ya escrita desde una visión eurocéntrica a un continente mágico y colosal, lleno de aventuras por descubrir, plagado de sabidurías ancestrales de comunidades que la poblaban desde un extremo a otro y que claramente a partir de ese momento llenarían al mundo de su riqueza.

Una riqueza representada en oro y plata, en plantas medicinales, conocimientos astrológicos y también construcciones monumentales que todavía nos asombran, nos deslumbran y nos obligan a preguntar: ¿cómo fueron construidas?

Así es América, desde aquella hora, llena de enigmas, de cosas impensadas y de genios enormes y seres oscuros. América parió a García Márquez y Vargas Llosa, y llenó al mundo con sus letras, y también a Escobar y el Chapo que inundaron al mundo de terror.

América es y ha sido sólo misterio, no es algo que pueda comprenderse sólo vivirse. Sólo quienes la viven a diario o la visitan atraídos por una energía que no entienden del todo, pueden sentir lo que es perderse en sus selvas tropicales eternas o maravillarse con sus picos inmensos; América es la paz de Rigoberta y Pérez Esquivel y es el Plan Cóndor y las FARC; es populismo y derecha, América es única, indescifrable, América es historia, sangre india y mestiza, América es todo, es magia y misterio; riqueza y pobreza; América es un tesoro.

Otro aniversario más, más de 500 años tratando de encontrar su lugar en el mundo, América no ha tenido ni tiene que adaptarse a los parámetros impuestos, debe seguir su derrotero y buscar en sus cualidades únicas su fortaleza, 500 años en los que se ha castigado su pasión y se ha premiado su ficción (tal como lo ha manifestado el gran Gabo), años que deberán entenderse como lo que es: única, incomprensible, colosal.