Encerrados

¿Por qué es tan lenta la salida de la recesión?

La economía de nuestro país viene recuperándose muy lentamente de la recesión desde el IV trimestre del 2016.

Comparado con las salidas históricas de las recesiones, el proceso actual de recuperación es claramente el más lento de los últimos 30 años. 



De acuerdo a estimaciones del IERAL, el nivel de Actividad Económica habría terminado el 1er. trimestre del 2017 casi 3 puntos porcentuales por debajo de los niveles previos al proceso recesivo (III trimestre de 2015), con Remuneraciones y Masa Salarial (sector privado registrado asalariado) también por debajo de los niveles previos a la recesión pero con un empleo total registrado levemente superior debido a la dinámica del empleo privado independiente y del sector público (el sector privado registrado asalariado todavía no termina de recuperarse).



Los motivos por los cuales la recuperación es tan lenta, son múltiples y muy variados. Entre los más significativos pueden destacarse las siguientes: 



- En primer lugar, y a diferencia de otras salidas de procesos recesivos, en la situación actual el contexto externo no está jugando totalmente a favor. Desde el punto de vista financiero, las tasas de interés internacionales, si bien aún son bajas, han empezado claramente a subir. Desde el punto de vista comercial, si bien varios de los países compradores de las Exportaciones de nuestro país acelerarían este año su expansión respecto de 2016 (Estados Unidos y Brasil), uno de los precios internacionales más relevantes para Argentina como es el precio de la Soja viene cayendo desde principios de año (cerca del 8% entre abril y enero).



- En segundo lugar, la estrategia de estabilización del proceso inflacionario elegido por el gobierno induce a una recuperación lenta en el nivel de actividad económica. A diferencia de las estabilizaciones exitosas con tipo de cambio fijo donde la reactivación generalmente es muy rápida (Plan Austral en 1985, Plan de Convertibilidad en 1991), la estrategia de Meta Inflacionaria elegida actualmente por el BCRA no permite utilizar al Tipo de Cambio como ancla inflacionaria sino que se basa en Tasas de Interés reales positivas (en términos de la inflación) lo cual claramente debilita el proceso de salida de la recesión.



- En cuanto a los motores internos del consumo, si bien tanto la masa registrada) como los créditos personales comenzaron a recuperarse en el IV trimestre del año pasado y habrían continuado esta dinámica durante el primer trimestre del 2017, los indicadores de Confianza del Consumidor (Universidad di Tella) aún no logran comenzar a revertir la tendencia declinante. Esto sumado a una tasa de interés de corto plazo positiva en términos de la Inflación esperada, no permiten por ahora mostrar una clara recuperación en los distintos indicadores de consumo. 



- Por otro lado, el actualmente bajo nivel del tipo de cambio real así como también la proximidad del proceso electoral y la falta resultados concretos en reformas estructurales clave (desequilibrio fiscal, reforma impositiva, apertura de la economía, regulaciones del mercado laboral, etc.), no permiten que despeguen ni las exportaciones ni las inversiones (más allá de una clara mejora en los indicadores de construcción).



De esta forma, si bien la economía comienza el II trimestre del 2017 recuperándose del proceso recesivo, el ritmo de la misma es el más lento de todas las salidas de procesos contractivos en los últimos 30 años. Acelerar este proceso probablemente resulte muy importante para que el gobierno mejore sus chances en las próximas elecciones de octubre.



Si bien la dinámica del mercado laboral y financiero parecería comenzar a acompañar este proceso, la evolución de la Inflación en los últimos meses (factor subyacente a las altas tasas de interés), los bajos niveles del tipo de cambio real y de los indicadores de Confianza del Consumidor, como así también la falta de avances concretos en las reformas estructurales dificultan este proceso.

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