Suriani respondió a la carta pública firmada por Lucrecia Martel y otras feministas

Luego de que artistas firmaran una carta pública dirigida al gobernador y a senadores nacionales con el pedido de que voten a favor de la legalización del aborto, Andrés Suriani, diputado Provincial cargó duramente contra la cineasta y los artistas "pro aborto" como el los define.

"En una democracia la opinión de una artista que viaja por el mundo, por más que goce de un cierto reconocimiento, no vale más que la de cualquier madre de familia que lucha por salir adelante junto a sus hijos en un barrio humilde de Salta" remarca la respuesta del legislador.

A continuación, reproducimos el texto completo de la respuesta: 

Hay feministas que reclaman fervientemente una igualdad con el hombre pero solo lo hacen de manera preferencial en aquellos aspectos que les resulta más conveniente. Del mismo modo hay padres que ejercen una llamativa militancia en contra de la educación religiosa en las escuelas públicas que jamás se quejaron de no tener que llevar a sus hijos a la escuela los feriados por la festividad del Señor y la Virgen del Milagro Salteño. Desde esa línea, infantil y fácilmente refutable, es que se formuló la reciente petición pública que suscribe, entro otros, Lucrecia Martel, auto proclamada ahora rectora de los caminos por donde debe transitar nuestra historia. 

A grandes rasgos la proclama adolece de un desorden conceptual insalvable que invalida todos sus enunciados, donde se apela a cuestiones absolutamente ajenas, por ejemplo al emparentar la pretensión de matar a un niño inocente con el reclamo por las muertes de personas homosexuales. 

Ahora, para precisar algunas falacias que se reiteran y son muletillas típicas de la ideología de género debemos aclarar, aunque parezca muy obvio, que la supuesta clandestinidad en los abortos no es motivo para su legalización. Matar a un inocente, ya sea de manera oculta o no siempre será un crimen. Con el razonamiento de Martel también tendríamos que legalizar muchísimas prácticas delictivas justamente por realizarse en la clandestinidad. Disparate que no amerita más aclaración. Otro desatino insostenible, propio del feminismo radicalizado, es apartar de la discusión sobre aborto al hombre, como si este no hubiese tenido nada que ver en el embarazo. La manipulación y parcialidad con la que tratan el tema asombra por lo pueril de sus fundamentos. 

El lugar que ocupan los legisladores nacionales es el resultado de la voluntad popular. En una democracia la opinión de una artista que viaja por el mundo, por más que goce de un cierto reconocimiento, no vale más que la de cualquier madre de familia que lucha por salir adelante junto a sus hijos en un barrio humilde de Salta. Si bien es cierto que la defensa de la vida desde la concepción está basada en un hecho científico incontrastable y respaldado por las leyes fundamentales, nuestra idiosincrasia salteña volcada fuertemente a favor de la vida tiene que ver con una historia muy rica donde confluyen una multiplicidad de factores. Sería muy insensato creer en la posibilidad de que esas convicciones se vean conmovidas por poses frívolas.

Andrés Suriani
Diputado Provincial