Escándalo, Rosario de la Frontera y Solís: que el pedido de Godoy a la Justicia no pase desapercibido

El pedido del presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Santiago Godoy a la Justicia no puede pasar desapercibido. Es uno de los hombres más importantes de la política doméstica y exige que la Justicia actué y rápido refiriéndose al escándalo de Rosario de la Frontera por las denuncias de irregularidades en las entregas de planes sociales en esa ciudad.

Desde el lugar importante que ocupa, Godoy se hizo vocero de un reclamo que roza el hartazgo entre los salteños: que la Justicia juzgue en igualdad de condiciones a cualquiera sin importar el lugar. Que la Justicia sea independiente del poder político y de los gobiernos de turno. Es tal el hartazgo de los salteños que llegó a naturalizarse que ningún político, empresario o personaje con contactos en la provincia es juzgado igual que cualquier ciudadano a pie. También exigió que la Justicia actué con velocidad. Cuando la Justicia es lenta deja de ser justicia.

El escándalo que envuelve al intendente Gustavo Solís y su gestión en Rosario de la Frontera puede ser el puntapie para poder comenzar a creer en la Justicia. Las pruebas son contundentes. Firmas falsificadas y denuncias de la utilización de fondos públicos para cuestiones personales.

La mirada está puesta en el fiscal penal Oscar López Ibarra. Diversas fuentes señalan una estrecha relación entre el jefe comunal y el magistrado. El segundo lo negó pero bastará ver cuáles son los resultados de la investigación y los avances de la causa. Su eventual actuación genera muy pocas expectativas.

Rápido de reflejos y con la sabiduría de un hombre de años en la política, Godoy percibe que los salteños necesitan una señal, una bocanada de aire fresco, demostrar que algo funciona y que se puede volver a confiar.

Históricamente, el manejo de las finanzas y fondos municipales en la provincia se llevó adelante como si se tratase de una libreta de almacenero. Desmanejos, irregularidades y graves denuncias por malversación de fondo sin importar las banderías política. La vergonzosa causa de los intendentes es un reflejo fiel de lo que estamos hablando. Hace más de veinte años, un puñado de ex intendentes se las ingenia para lograr evadir el cerco judicial. Más grave aún, uno de ellos fue "premiado" hace tres años encabezando una lista y siendo elegido senador provincial. Es el caso de Sergio Topo Ramos.

El razonamiento y posicionamiento de Godoy es un reclamo de larga data. Que la política no actué corporativamente ante las denuncias a sus pares. Así lo advirtió y enhorabuena.

La pelota ahora está en el campo de la Justicia y dependerá de ellos comenzar a dar señales de que la cosa puede ser distinta, que se puede confiar en la Justicia y que es igual para todos.