¡Parece Sol Pérez! Bajó 30 kilos en 10 meses con solo dos cambios de hábitos

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

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"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

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"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

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"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

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"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

Así, tras analizar las fotos y tomar conciencia de sus hábitos, se dio cuenta que comía por aburrimiento y que las porciones eran demasiado grandes. De esta forma, no solo comenzó a evitar el ?picoteo' sino que, además, comenzó a prepararse sus propias viandas y redujo la cantidad de alimentos que ingería.

"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

Tras 10 meses de cambiar sus hábitos, Anna no solo bajó 30 kilos sino que, además, retomó los deportes en equipo que ella solía practicar y se convirtió en una referente en las redes sociales.

"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

Mientras iba a la universidad, Anna Page llevaba una alimentación saludable, hacía atletismo e iba al gimnasio. Sin embargo, cuando empezó a trabajar y sufrió una lesión en su tobillo que le impidió hacer actividad física, su cuerpo cambió radicalmente y llegó a subir más de 30 kilos.

"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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"Estaba desesperada por volver a entrenar pero mi lesión impedía incorporarme a un equipo, así que comencé a caminar y practicar spinning", dijo la joven al medio británico, y agregó: "Bajé 10 kilos en cuestión de semanas comiendo todo lo que yo quería, pero luego del primer mes la pérdida de peso fue más lenta".

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"Estoy motivada, más feliz y más sana. La parte más difícil es comenzar, pero luego te lo agradecerás. Pequeños hábitos hacen grandes diferencias", concluyó orgullosa.

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"En diciembre de 2016, mientras compraba un vestido para Navidad, tomé conciencia de mi cuerpo, ya que nada me entraba y, si lo hacía, no me quedaba. Me vi en un espejo, dentro de un probador, y comencé a tomarme fotos. Fue el empujón que necesitaba", aseguró al la joven ingeniera al Daily Mail.

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