Murió una de las actrices más respetadas del cine: participó en varias películas

La actriz estadounidense Diane Keaton, ganadora del Oscar en 1978 por su inolvidable interpretación en "Annie Hall", murió este sábado en California a los 79 años. La noticia fue confirmada por un portavoz de su familia a la revista People, que informó además que los familiares pidieron privacidad en este difícil momento.

Desde el medio estadounidense indicaron que no se revelaron detalles sobre las circunstancias del fallecimiento, aunque la noticia causó una profunda conmoción en el mundo del espectáculo. Actores, directores y fanáticos de todo el mundo expresaron su tristeza y compartieron mensajes de cariño hacia los seres queridos de la artista.

Diane Keaton, una carrera que marcó la historia del cine

Nacida en Los Ángeles en 1946, Diane Keaton inició su carrera artística a fines de la década del sesenta, en un momento en que los papeles femeninos en el cine y el teatro solían limitarse a esposas, madres o amantes.

Apasionada por la música y la actuación, dio sus primeros pasos en el teatro y debutó en Broadway en 1968 como suplente en la icónica obra Hair. Allí llamó la atención por su decisión de no desnudarse en una escena colectiva, gesto que marcó desde temprano su carácter independiente.

Poco después audicionó para Sueños de un seductor, una obra de Woody Allen, quien la eligió pese a considerar que era "demasiado alta" para su papel (Keaton medía 1,69 metros, cuatro centímetros más que el director). Aquel encuentro dio inicio a una larga colaboración artística -y también sentimental- entre ambos.

De "El Padrino" a "Annie Hall": una artista con sello propio

Su salto al cine llegó en 1971, cuando Francis Ford Coppola la convocó para interpretar a Kay Adams, la novia de Michael Corleone (Al Pacino) en El Padrino. Aunque su papel era secundario, la película la catapultó al reconocimiento internacional.

Participó también en las dos secuelas de la saga, con mayor protagonismo en El Padrino II y El Padrino III. Sin embargo, la crítica la describió en esos años como una actriz "invisible" o "pálida" en comparación con el resto del elenco.

Su consagración definitiva llegaría en 1977 con Annie Hall, bajo la dirección de Woody Allen. En esa película, que reflejaba con ironía las luces y sombras de una relación amorosa, Keaton construyó un personaje entrañable, inteligente y libre, que redefinió a la mujer moderna en el cine.

El estilo de Annie Hall -trajes masculinos, sombreros fedora, camisas holgadas y una frescura natural- trascendió la pantalla y marcó una tendencia mundial, consolidando a Diane Keaton como un ícono de moda y actitud.

Más allá de la comedia: una actriz versátil

Aunque su nombre quedó ligado a las comedias románticas, Keaton siempre buscó romper con los estereotipos. En 1977 protagonizó Buscando al Sr. Goodbar, donde interpretó a una maestra católica que lleva una doble vida: educadora de día, mujer independiente y transgresora de noche.

Ese papel dramático le permitió demostrar su enorme capacidad interpretativa y consolidar su prestigio en Hollywood.

A lo largo de su carrera trabajó con directores de la talla de Woody Allen, Francis Ford Coppola, Nancy Meyers, Charles Shyer y Warren Beatty, entre otros, y fue parte de grandes éxitos como Rojos, Padre de la novia, Cuando menos te lo esperás y Something's Gotta Give.

Un legado eterno

Diane Keaton deja un legado imborrable en la historia del cine. Fue actriz, directora, productora, escritora y fotógrafa. También se convirtió en una referente feminista y defensora del arte independiente, inspirando a generaciones de intérpretes.

Su naturalidad, su estilo inconfundible y su talento versátil la convirtieron en una de las figuras más queridas de Hollywood, capaz de combinar humor, vulnerabilidad y elegancia como pocas.

A los 79 años, Diane Keaton se despide dejando una huella imborrable en la cultura popular, pero su cine, su sonrisa y su espíritu libre seguirán siendo eternos.