Salteños preparan la fiesta de una Virgen que realiza milagros: será en una finca

Cada 13 de mayo, en el corazón de La Falda, Cerrillos, se vive una de las manifestaciones de fe más emotivas del Valle de Lerma. La finca Mirse abre sus puertas a cientos de fieles que llegan desde distintos puntos de Salta para honrar a la Virgen de Fátima, en una celebración que combina tradición, espiritualidad y un origen milagroso.

El inicio de una devoción marcada por un hecho inexplicable

La historia se remonta a fines de los años 80, cuando una imagen de la Virgen de Fátima llegó a Salta desde Buenos Aires. Durante una procesión por distintas fincas de la zona, la imagen cayó inesperadamente a una acequia con piedras. Para sorpresa de todos, no sufrió daño alguno. Este hecho fue interpretado como un mensaje divino, lo que llevó a los vecinos a construir una pequeña gruta en el lugar del suceso, indicó El Tribuno.

Una aparición que cambió todo: el testimonio de Carlos López

El fervor creció aún más en 1995, cuando Carlos López, trabajador de finca Mirse, relató haber vivido una experiencia sobrenatural. "Estaba en mi casa cuando la habitación se iluminó por completo. Vi a la Virgen María frente a mí, me llamó por mi nombre y sentí una paz indescriptible", afirmó en su momento.

Según López, la Virgen se le apareció varias veces. En una de esas visiones, le pidió construir una capilla en su honor. Con apoyo de la comunidad y la autorización de la propietaria del predio, el pedido se hizo realidad, y desde entonces, la capilla de la Virgen de Fátima se convirtió en un punto de peregrinación anual.

Una celebración que perdura en el tiempo

Cada 13 de mayo, el lugar se transforma en un verdadero santuario popular. Los fieles participan de una misa central, acompañada de cantos religiosos, oraciones colectivas y el tradicional locro comunitario que da calor y sabor a la jornada. Uno de los momentos más esperados es la oración sanadora, una práctica que comenzó Carlos López, imponiendo sus manos sobre los hombros de quienes buscaban consuelo espiritual.

Un legado que sigue vivo

Aunque Carlos López ya no está físicamente, su legado permanece intacto. La capilla de la Virgen de Fátima en finca Mirse sigue siendo un símbolo de fe viva. Cada año, más y más personas se acercan al lugar en busca de paz, sanación y esperanza, convirtiendo a Cerrillos en uno de los destinos religiosos más conmovedores del interior salteño.