Salteña salió despedida del bondi y quedó gravemente herida: "No se hicieron cargo"

Lo contó con lágrimas en Que Pasa a la Mañana y su historia estremeció a todos. El pasado sábado, una mujer salteña sufrió un terrible accidente en un colectivo del corredor 2, interno 251, y desde entonces atraviesa un calvario que la dejó sin poder trabajar, sin ingresos y sin respuestas de la empresa.

El brutal accidente en el colectivo

"Quedé incrustada en la puerta de entrada del colectivo, con la cabeza metida en el primer escalón y todo mi cuerpo hacia atrás. Tuve un corte tremendo en la cabeza, seis puntos, golpes en todo el cuerpo", relató.

Como si fuera poco, a raíz de una vieja mordedura de perro, los dolores se intensificaron y la recuperación se hace aún más difícil.

Una empresa que no da respuestas

La víctima denunció que la empresa de colectivos no se hizo cargo de nada: "Me pedían recetas y comprobantes de las compras, pero en el Hospital San Bernardo no me dieron ninguna receta. Ayer fui a la doctora de cabecera y recién ahí me dieron una. Desde entonces mi marido anda de un lado para otro en el hospital, mientras en la empresa le dijeron que haga un escrito ‘diciendo lo que pretendo cobrar', para ver si ellos se hacen cargo o la aseguradora".

Una familia en la ruina

El accidente cambió de golpe la vida de esta familia. "Yo tenía una pollería, vendía detergente, lavandina, hacía manualidades como mandalas, pero ahora no puedo hacer nada. Mi marido trabaja como técnico de cocinas y heladeras, pero tampoco puede salir a trabajar porque me tiene que cuidar", explicó.

La situación es desesperante: "No tenemos para comer. Yo soy jubilada, cobro la mínima, pero no porque no aporté, sino porque la empresa donde trabajaba cerró y me quedé en la nada. Con los descuentos de un préstamo que tuve que sacar por la mordedura de perro, por mes me quedan solo $35.000".

"El golpe fue terrible, necesito ayuda"

El testimonio sacude por su crudeza. Una mujer que quedó herida, sin poder trabajar, con un marido que tuvo que dejar su empleo para cuidarla y con apenas $35.000 para sobrevivir, mientras espera que alguien se haga cargo.

Su pedido es claro: que la empresa de colectivos y la aseguradora respondan, pero también que los salteños se sensibilicen ante un drama que muestra la cara más dura de la indiferencia y la pobreza.