Por presiones de La Cámpora, el gobierno cerraría acuerdo con el FMI en 2022

El acuerdo con el FMI podría postergarse a los primeros meses de 2022. El motivo sería la jugada de La Cámpora. El movimiento K publicó un nuevo que dice: "Esa deuda no la vamos a pagar, con el hambre de la gente no se jode nunca más". Alberto Fernández está cada día más acorralado por su propio espacio. 

Desde el instituto Patria vienen exigiendo no pagar las sobretasas y cerrar un acuerdo a un plazo que algunos estiran a una década, inexistente dentro de los esquemas que regulan la actuación del Fondo Monetario.

El kirchnerismo más duro tiene pensada una estrategia que le salió bastante bien en 2002. Aquella vez el Gobierno amenazó con no pagarle al Fondo. El organismo internacional optó por darle al país una prórroga para evitar la cesación formal de pagos hasta que se llegó a un entendimiento en 2003. Pero no fue el único. Cuando Argentina volvió a mostrar dificultades en 2004, el Fondo volvió a prorrogar el pago para evitar el impago. Alberto Fernández era jefe de Gabinete en ese entonces. El presidente conoce de taquito la jugada.

Toda esta movida surge porque la militancia K no aprueba los términos técnicos que Guzmán acordó con el FMI. Objetan las tasas y los plazos de devolución de la deuda y por eso salieron a cruzar la negociación justo cuando en Economía la daban por concluida.

En medio de estas tensiones, en el Gobierno reconocen ahora que el acuerdo con el organismo podría pasar para el año que viene. Horas antes de que se conociera el video de La Cámpora -que contiene imágenes de Cristina y Máximo y fue retuiteado por Wado de Pedro-, en Economía filtraban que la negociación técnica ya estaba cerrada y sólo faltaba el visto bueno de la política. Que por lo visto no llegó.

El argumento que ahora esgrime Economía es que necesitan más tiempo por "la negociación para que el Directorio acepte variantes de los actuales esquemas de Extended Funds Facilities y Stand By", aseguraron fuentes oficiales respecto de esta suerte de cláusula pari passu que obligaría al organismo internacional a darle a la Argentina mejores condiciones de plazo y financiamiento si se las llegara a ofrecer a otro país.

Lejos de considerar la pulseada por esta cláusula como una buena noticia para la sostenibilidad financiera de la deuda, para el mercado la presión de La Cámpora contra un acuerdo con el Fondo es una mala noticia. Y así lo reflejaron los precios de los bonos: por ejemplo, este viernes el GD35 cayó a 33 dólares por lámina, su mínimo valor histórico y el riesgo país alcanzó los 1670 puntos básicos, el nuevo máximo tras el canje de la deuda externa de 2020.