Pudo evitarse

Paola vivía aterrada y encontró la muerte por la inacción de la Justicia

El asesino de la joven salteña tenía reiteradas denuncias en su contra y la Justicia hizo la vista gorda.

Matías Isola

Que Pasa Salta

La Justicia volvió a quedar en el ojo de la tormenta por un femicidio que pudo haberse evitado: el de Paola Tacacho. La joven salteña fue asesinada en San Miguel de Tucumán por un sujeto que la acosó durante cinco años. Con denuncias en sus hombros y una orden perimetral, el energúmeno terminó concretando lo que insinuó en reiteradas amenazas (luego se quitó la vida con el arma homicida).

Pese a radicar denuncias y a pedir ayuda, la víctima siempre estuvo sola y desamparada. Mauricio Parada Parejas la seguía, la amenazaba y le hacía la guardia permanentemente. No la dejaba vivir tranquila y era un peligro latente. Sin embargo, la Justicia hizo la vista gorda (una veza más) y dejó que un psicópata le ponga punto final a una vida plagada de sueños.

Parada Parejas tenía una perimetral y ya en 2016 la había vulnerado para acercarse a Paola y continuar con el acoso. Por ese motivo, el fiscal Diego Alejo López Ávila pidió la elevación a juicio por desobediencia judicial. Con todos los elementos a la vista y la evidencia de que el imputado no tenía intenciones de desaparecer de la vida de la damnificada, el Juzgado de Instrucción III desestimó el pedido y consideró que "los elementos colectados no resultaron suficientes para elevar la causa a juicio". Una vergüenza.

La historia hubiese sido muy distinta si Parada Parejas iba a juicio y resultaba condenado. Por el contrario, le dejaron suelto y con la libertad para seguir amenazando y hostigando a su víctima. Hasta tal punto que la terminó asesinado en plena vía pública y a la vista de todos.

El doloroso antecedente de Abigail Riquel parece no haber despabilado a la Justicia en Tucumán. La nena de 9 años fue asesinada presuntamente por José Antonio "Culón" Guaymás, un joven que tenía un amplio prontuario y que increíblemente había sido liberado por un juez. Su destino terminó en manos de los vecinos: hartos de la inseguridad y desconfiados de la Justicia, lo lincharon y mataron.

La pasividad de la Justicia resulta lacerante para una sociedad que se acostumbró a la impunidad. La muerte de Paola pudo haberse evitado. Varias señales de alerta se encendieron, la víctima radicó las denuncias correspondientes por violencia de género, pero aún así la dejaron sola, a merced de su victimario. Otra página nefasta que se escribe en el norte argentino y que conmueve a todo el país. Pasan los femicidios y la Justicia sigue durmiendo. ¿Hasta cuándo?

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Comentarios

  • Nestor

    La ineptitu de la justicia, no condice con lo que cobran... pero mas alla de eso ... es hora de cambiar las leyes y hacerlas mas severas

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  • Marisa

    Y la justicia lo único q hace es meter un cana al lado de la mujer. Como NO METE PRESO AL ACOSADOR. q justicia de mierda

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