Caso Paola Guantay: el otro crimen narco que se cobró la vida de una joven salteña
Mientras todo el país está conmocionado por el triple crimen de las jóvenes de La Matanza, pocos recuerdan que Salta también tuvo un crimen con características similares.
Mientras todo el país permanece expectante por los avances del triple crimen de Florencio Varela, en Salta aún resuenan los estremecedores detalles del femicidio de Daniela Paola Guantay, ocurrido en marzo de 2017, un caso que reveló la brutalidad de bandas narco y marcó a toda la provincia.
Condenados por el homicidio de Paola Guantay
Seis personas fueron condenadas por el homicidio calificado de Daniela Paola Guantay, entre ellos:
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Carlos Alfredo Agüero, alias «Chury»
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Norberto Silvestre, alias «Chiqui»
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Julio César Monasterio, alias «Gordo Julio»
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Juan Reynaldo Álvarez, alias «El Viejo»
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Griselda Marisel Urzagaste
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Una menor de edad declarada penalmente responsable
Todos fueron hallados responsables de un homicidio triplemente agravado y en febrero de 2020 recibieron prisión perpetua.
Detalles del crimen
El hecho ocurrió entre la noche del jueves 2 y la madrugada del viernes 3 de marzo de 2017, en el domicilio de Juan Reynaldo Álvarez, en el barrio 17 de Octubre de la ciudad de Salta. Según la investigación, los acusados captaron a Paola en la vivienda del imputado y la atraparon bajo los efectos de drogas, atándola a una silla mientras la interrogaban sobre el destino de una supuesta sustracción de drogas.
Durante el acto, la joven fue sometida a torturas extremas: le colocaron una bolsa en la cabeza, recibió golpes y cortes con objetos cortantes, fue quemada y abusada sexualmente, y finalmente le amputaron extremidades antes de abandonar sus restos en las márgenes del río Mojotoro.
El domicilio donde ocurrió el crimen funcionaba como un espacio donde jóvenes mujeres eran obligadas a consumir drogas a cambio de favores sexuales y domésticos, lo que evidencia la vinculación directa del femicidio con el microtráfico y la explotación.
Memoria y justicia
La madre de Paola, Verónica, expresó tras la condena:
"Era la condena que esperábamos, esto me permitirá estar más tranquila porque sabré que mi hija por fin estará en paz. Yo seguiré luchando para que no existan más víctimas como Daniela".
El caso de Paola Guantay, al igual que el triple femicidio de Florencio Varela, demuestra la violencia estructural que generan las organizaciones narco, el microtráfico, la coerción y la explotación sexual. Por ello, especialistas y organismos de derechos humanos destacan la importancia de visibilizar y prevenir estos crímenes, que no son hechos aislados sino parte de una problemática social y criminal que afecta a jóvenes en todo el país.


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