Sonia Escudero

Ex senadora nacional
Una necesidad

Hay que compatibilizar la AUH con el trabajo registrado

Es necesario reducir las desigualdades y salir del entorno de vulnerabilidad.

El día del Trabajador nos encuentra nuevamente en este tiempo de pandemia que acelera el tiempo de cambios vertiginosos en el área del trabajo. Por ejemplo, se incrementa la modalidad de teletrabajo, se reduce la necesidad de contar con trabajadores en un espacio común, lo que traerá enormes cambios en el entorno laboral. Al mismo tiempo, se demanda mucho más a personas capacitadas para trabajar en el ámbito de la salud.

Si observamos la situación del mercado laboral actual y sus perspectivas de adaptación a los profundos cambios que están operando, advertimos que tenemos una fuerza laboral con la mayoría de trabajadores de calificación media y baja, en trabajos rutinarios, justamente los más sensibles a su sustitución por la automatización.

Paralelamente, tenemos un déficit de calidad educativa no sólo en cuanto a contenidos desactualizados, a una no preparación eficiente para el mundo del trabajo, sino también con una tasa de abandono de estudios secundarios y universitarios que se traducirá en más trabajadores de calificación media y baja en el futuro, esto es, no preparados para las nuevas oportunidades que genera el avance tecnológico.

Ello, sumado a las altas tasas de desempleo y de empleo precario e informal, nos obliga a tomar decisiones urgentes. Creo que una de esas decisiones es la de compatibilizar el cobro de la Asignación Universal por Hijo con el empleo registrado, como actualmente es compatible con el trabajo en casas particulares. La Cámara de la Mediana Empresa ha expresado preocupación por falta de trabajadores rurales, lo que afirma causa pérdidas en tiempo de cosecha. Se adjudica la escasez de mano de obra al temor de los trabajadores a perder la AUH, si se los registra como trabajadores. Se trata de una situación particular de nuestras economías regionales donde existe una demanda de trabajo temporal, especialmente en las áreas de trabajo rural en tiempos de siembra y cosecha y en el área de la construcción.

La importancia de la permanencia de la Asignación Universal por Hijo para el ingreso de las familias que carecen de empleo estable, ha sido plenamente acreditada en una reciente investigación de profesionales de la UNSa[1], que analizó los impactos de este programa en la Provincia de Salta. El estudio de campo comprendió 98 escuelas secundarias en 14 departamentos, por lo que nos da una idea de la realidad provincial.

Desde el punto de vista de los alumnos, reconocen que este programa ha logrado que en su casa haya más recursos para comprar lo que necesita, al tiempo que se sienten más responsables de cómo les vaya en la escuela, ya que son conscientes de que la familia necesita el dinero. También reconocen el apoyo y acompañamiento por parte de la escuela. Un porcentaje de los entrevistados, volvió a la escuela a partir de la asignación.

Desde el punto de vista de los padres, el estudio muestra que la AUH es el único anclaje social estable para una gran parte de la población que cuenta con trabajos precarios, estacionales y hasta en situaciones próximas a la explotación. En general, en la Provincia de Salta, la escuela constituye un valor en sí mismo. La mayoría de los padres de quienes perciben la AUH en la Provincia, carecen de estudios secundarios. Se constata que la educación es percibida como herramienta para la movilidad social ascendente. Hay conciencia de que a través de la educación tendrán mejores posibilidades de trabajo futuro. La estabilidad que les brinda la AUH al ser el único ingreso seguro, les permite proyectar el futuro.

Como se advierte, el cobro de la AUH ha logrado un objetivo de inclusión social. Los autores de esta investigación constatan que no existen diferencias sustanciales de consumos y actividades entre jóvenes según reciban o no la AUH. Las familias manifiestan que si bien la AUH es una ayuda importante, no alcanza ya que se percibe mensualmente el 80% de $ 4017 por hijo, por lo que es necesario complementar el ingreso con otros trabajos.

En general, desde las escuelas se demanda que exista un mayor control en el rendimiento educativo de beneficiarios de la AUH. Este tema merece un estudio más profundo, en tanto los fondos para hacer frente a esta inversión, no deben ser extraídos de lo que los jubilados merecen recibir. El equilibrio entre las prestaciones de la seguridad social a lo largo de la vida, es muy importante.

El estudio cualitativo muestra a jóvenes beneficiarios de la AUH que estudian y trabajan. En algunos casos, las escuelas se adaptan a estas trayectorias, por ejemplo, en los meses de cosecha del tabaco no les registran las inasistencias, una decisión escolar que al reconocer la mejora en las condiciones de existencia de las familias, contribuyen a evitar que pierdan el beneficio.

También el estudio ha detectado estudiantes que son madres solteras a quienes la Asignación las ayuda a no abandonar los estudios. Se advierte la falta de esfuerzo familiar y escolar para evitar el embarazo adolescente.

En este interesante trabajo de investigación de la Universidad Nacional de Salta, sus autores reafirman que para democratizar el acceso al conocimiento son necesarias políticas públicas encaminadas a superar las limitaciones derivadas de las profundas desigualdades en nuestra sociedad. La AUH es una de ellas. Especial enfoque merece la política educativa para el sector rural ya que su acceso es el factor más importante no solamente para el desarrollo rural y la reducción de la pobreza y las desigualdades, sino también para el arraigo de las comunidades.

Compatibilizar la Asignación Universal por Hijo con algunos trabajos registrados importará aumentar la inversión en las capacidades de las personas para reducir las desigualdades y salir del entorno de vulnerabilidad. Un mejor futuro para la juventud es posible.


Esta nota habla de:

Más de Política