Desarrollo inmobiliario mata medioambiente: proyectos fuera de la ley

En estos días, supimos de un nuevo intento de atentar contra el medioambiente. San Lorenzo se levantó contra las llamativas irregularidades y el particular apuro por realizar una audiencia pública, a fin de dar curso al pedido de un desarrollador inmobiliario: concretar un desarrollo urbanístico en la zona de La Quebrada.

Los Maitines S.A. planea afectar un predio de 125 hectáreas en las serranías del oeste, para 295 lotes destinados a viviendas particulares de la familia Patrón Costas.

Con el mismo apuro, hace un año atrás, otro desarrollo inmobiliario avanzaba sobre las serranías del este en el Concejo Deliberante capitalino y aunque ese proyecto se paralizó las similitudes con el de la villa veraniega levantan sospechas de un plan que pone ganancias por sobre la preservación del medioambiente.

La Ley de Ordenamiento Territorial tiene entre sus objetivos asegurar una mejor calidad de vida para la población, valorar el territorio, los recursos y principalmente detener, estabilizar y reorientar los procesos de intervención espontánea y crecimiento urbano descontrolado. Tanto para el caso de San Lorenzo como anteriormente sucedió con el del Cerro de la Virgen omitieron completamente lo determinado por esta ley. Sucede que ambos predios se encontraban dentro de la clasificación "amarilla", la categoría II de preservación y por esto no pueden ser transformados en proyectos urbanísticos.

Estas no son las únicas normativas que se pasaron por alto, en los dos desarrollos, muchos profesionales plantearon serias faltas y como de costumbre, los más perjudicados resultaban ser los vecinos.

No hace mucho tiempo, Salta fue señalada como una de las provincias más afectadas por los desmontes, y aun hoy los números siguen siendo preocupantes. Es tal la ambición y la falta de importancia sobre la vida natural, que ni durante la cuarentena cesaron las deforestaciones. Según informes de Greenpeace en Salta se desmontaron 7755 hectáreas de bosques nativos.

El banquete económico se sirve en las serranías salteñas y es que los dividendos que puede arrojar proyectos de esta envergadura están bastante lejos del ojo común. Cabe recordar que en el caso del Cerro de la Virgen se proponía un mega complejo hotelero por el potencial turístico de la zona, en San Lorenzo intentan mostrarlo casi como un proyecto familiar.

Otro llamativo punto en común que no podemos omitir es que en todos los casos aparecen "apellidos conocidos", en el este el Grupo Ragone y por el oeste Los Maitines S.A. de la familia Patrón Costas que con sus influencias lograron  acelerar los engorrosos trámites que demorarían años en el embotellamiento de la burocracia estatal.