La derrota en Mendoza que genera dudas en el kirchnerismo salteño

Los resultados de las elecciones en Mendoza enviaron un fuerte mensaje al resto de las provincias. Los votantes dejaron de lado el contexto nacional y pusieron sobre la balanza lo local. En ese sentido, y en una especie de plebiscito, una amplia mayoría aprobó la gestión de Alfredo Cornejo y optó por la continuidad del radicalismo en el poder a través de la opción de Rodolfo Suárez.

Separaron la paja del trigo. Eso es lo que hicieron los mendocinos. Los radicales buscaron provincializar la contienda, mientras que la intención del kirchnerismo fue la de nacionalizarla. Sin ir más lejos, Alberto Fernández apostó fuerte por Anabel Fernández Sagasti y hasta encabezó un acto esta semana en la provincia cuyana con gobernadores y dirigentes peronistas para respaldarla. Por ese motivo, la contundente victoria de Suárez dejó en evidencia el acierto estratégico de un espacio y el desacierto del otro.

Al provincializar la elección, los radicales dejaron de lado la figura de Mauricio Macri (por piantavotos) y claramente les dio resultado. En las PASO del 11 de agosto, Alberto Fernández fue el más votado en Mendoza. Sin embargo, esos números no se trasladaron a Sagasti en las provinciales. Es más, Suárez obtuvo más votos que el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo (49,91% contra 40,44%). Eso significa que ciudadanos que votaron por el Frente de Todos en las presidenciales, probablemente lo hicieron por el radicalismo en las provinciales.

Se esperaba un resultado más reñido y algunos hasta vaticinaban un triunfo kirchnerista en Mendoza. Por ese motivo, el amplio triunfo de Suárez (por 15 puntos) género un impacto nacional y abrió algunos interrogantes. Quedó claro que nadie es dueño de los votos ni tiene la vaca atada. Es un error subestimar a los votantes y en ese sentido, el electorado mendocino dio una nueva lección. A Sagasti no le fue suficiente con pegarse a las figuras emblemáticas de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, y obtuvo casi 6 puntos menos que el candidato presidencial de su mismo espacio. Esto quiere decir que no fidelizó la totalidad de los votos del Frente de Todos.

El inesperado resultado en Mendoza repercute indirectamente en Salta, donde el próximo domingo se celebrarán las PASO. A Sagasti no le alcanzó con la bendición de Alberto Fernández y perdió categóricamente. Trazando un paralelismo, Sergio Leavy cuenta con un fuerte respaldo del candidato presidencial del Frente de Todos y del Instituto Patria. La pregunta es si ese factor será decisivo o suficiente para ganar las elecciones (primero debe competir en la interna con Miguel Isa). La experiencia mendocina demostró que una cosa es lo nacional y otra muy distinta lo provincial.

Cada provincia tiene su particularidad, al igual que cada elección. En el caso puntual de Salta, el desdoblamiento de las elecciones puede ser un factor preponderante. ¿Se repetirá el fenómeno mendocino? ¿Influirá sobre el electorado lo que sugiera Alberto Fernández? ¿Alcanzará con subirse a la ola del Frente de Todos que arrasó en casi todo el país? Lo sabremos el próximo domingo. Habrá un interés nacional inusitado sobre Salta y los ojos del país estarán posados en el norte por tratarse de la última elección provincial antes de la primera vuelta presidencial del 27 de octubre.