La crisis económica también golpea a las ONGs de Salta

Con reducciones de gasto público, el cierre de programas nacionales de ayuda y fortalecimiento institucional, las organizaciones sociales debemos apelar a la articulación de entre los diversos actores de la sociedad, para subsistir y poder realizar nuestra misión. 

Con la crisis en crecimiento, desde hace tres años, hemos estado, como la gente, aguantando para sobrevivir con las organizaciones que llevamos adelante. La desocupación, el aumento de precios, y la suba de los servicios básicos hicieron que las personas se acerquen más a las organizaciones del tercer sector para encontrar recursos y poder llevar adelante la economía del hogar. Además, el recorte de programas nacionales donde las organizaciones encontrábamos apoyo, desapareció.

Todo esto nos obligó a apelar a la flexibilidad para adaptarnos al nuevo contexto y crear estrategias, para que la crisis económica no empañe nuestra asistencia cotidiana. 

Por otra parte, desde los sectores privados, empresariales y pymes también se redujeron las ayudas, puesto que para ellos, también la crisis los afectó. 

Mantener hoy en día, una fundación se hace cuesta arriba; el pago de balances, cuentas y demás hacen que muchas organizaciones dejen de funcionar. En Salta, actualmente, existen alrededor de 6 mil organizaciones sociales, registradas como persona jurídica. 

A pesar de la crisis, muchas personas son conscientes de la importancia que tiene ayudar a los que más lo necesitan y siguen aportando su grano de arena a proyectos solidarios. 

Aún así, las ayudas nunca son suficientes y muchas iniciativas se quedan estancadas debido a la falta de recursos. Ahora más que nunca, las ONGs necesitan de apoyo llegar a aquellas personas que necesitan ayuda. Debido a la crisis económica son cada vez más las familias y mujeres, madres y jóvenes que necesitan recursos de organismos y organizaciones sociales.