En Salta miramos la grieta por televisión
Con el desdoblamiento, las elecciones difícilmente se nacionalicen, Urtubey pide que acompañen su sueño presidencialista y no deja un heredero del poder local.
Hasta el momento los números de las otras provincias así lo demuestran. Pese a un escenario que aparenta estar por demás polarizado, más aún desde ayer con la fórmula anunciada entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner que parece tumbar la posibilidad de una tercera vía que se pretendía desde Alternativa Federal, los siete distritos que ya votaron demostraron que escapan a esa lógica binaria. Salta, va por el mismo camino.
Más de un cuarto del padrón nacional ya fue a las urnas y los candidatos de Cambiemos fueron derrotados. Con sus particularidades, el kirchnerismo corrió suertes diversas. En Córdoba bajaron los candidatos y en lugares como Santa Fe y Entre Ríos terminaron integrando frentes sin protagonizarlos. Tampoco ganaron.
Urtubey decidió desdoblar las elecciones y cambió el escenario en la provincia. Los números en Salta para presidente no acompañaban a Urtubey. La mayoría lo ponían en tercer lugar. Con el desdoblamiento se aseguró el acompañamiento del oficialismo y el arco opositor a su candidatura nacional a cambio de un gesto de apoyo a todos. La decisión dejó conforme a la amplia mayoría.
Para los candidatos oficialistas (Isa, Yarade, Parodi) significó y significa más tiempo de campaña, inclusive que el propio Urtubey no tenga la difícil tarea de elegir a uno y dejar fuera de carrera al resto. Sáenz también celebró la decisión. Es que el intendente despega su figura de la imagen negativa que hoy tiene Macri en todo el territorio salteño. El senador Juan Carlos Romero, que se le vence su mandato en la Cámara Alta nacional, también ensayó un guiño al gobernador. Tal vez el más crítico y el más perjudicado es Leavy. Describió lo negativo que es para los salteños ir 4 o 5 veces a las urnas aunque se entusiasmó con un posible buen resultado del kirchnerismo en las PASO y que sirva de envión para su candidatura provincial.
En 2017 parecía que la grieta se llevaba todo puesto, inclusive en Salta. La candidatura a senadora nacional de Cristina por provincia de Buenos Aires agitó el fantasma de la vuelta del kirchnerismo al poder. La elección se polarizó. Pero hace dos años se votaban legisladores nacionales, la conformación de la Cámara entre otras cosas.
Ahora votamos gobernador e intendentes. La gente quiere quién gobierne su provincia o municipio y mira solo de reojo el mapa nacional. El impacto que pueda tener en Salta lo que haga Macri, Cristina o Urtubey a nivel nacional es relativo. Tal como describe el actual escenario el consultor Sergio Berenstein, "la política funciona con una notable autonomía relativa y pueden resultar posibles las combinaciones más antojadizas".
Hasta ahora, con la experiencia de las provincias que ya votaron, ganaron los oficialismos locales en armados con partidos tradicionales y propuestas transversales. En Salta se cierra un ciclo político de 12 años de Urtubey y sin un heredero del poder, se abre un gran abanico de posibles sucesores.
Cristina arrasa en el norte del país.
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