Lic. Margarita Barnetson

Coordinadora de Proyectos de Fundación Ser Activo
A tener en cuenta

Para poder disfrutar de la jubilación, hay que prepararse

La idea de la jubilación genera una mezcla de fantasías e ilusiones que impactan en estados de ánimo difíciles de manejar en soledad.

Llamamos jubilación al fin de la etapa laboral de una persona. Este término proviene de jubilare que en latín significa lanzar gritos de alegría, de ahí la palabra jubilo. Para muchas personas la jubilación es una especie de liberación de la rutina, para otras, en cambio la jubilación se transforma en tiempo que no sabe bien como utilizar.

La idea de la jubilación genera una mezcla de fantasías e ilusiones que impactan en estados de ánimo difíciles de manejar en soledad. Como todo evento importante de la vida necesita una preparación, esta debe comenzar, al menos, dos años antes del momento tan deseado que ocupara un tercio de nuestra vida.

El retiro laboral es una ruptura en la organización cotidiana que ocupo nuestro quehacer durante años. Lo conocido desaparece y de allí que decimos que se produce una ruptura. ¿Cómo ocupar nuestro tiempo? ¿Qué nos gustara hacer? ¿Dónde somos útiles? ¿Quién nos necesita? Fundamentalmente ¿Quiénes somos a partir del momento que nuestro rol laboral (que nos dio identidad) finaliza?

¿Cómo hay que prepararse para ese momento? Es necesario que comprender que nos jubilamos del trabajo pero no nos jubilamos de la vida .Hay que descubrir proyectos y con más espacios para la reinserción social, cultural y profesional una vez jubilado.

Tener buena salud es esencial para ser feliz después de jubilarse. Años antes del retiro, hay que esforzarse para mejorar la calidad de vida, con ejercicio y alimentación equilibrada. Organizar la economía personal antes de jubilarse y ahorrar es clave para los próximos veinte años. Una buena idea es elaborar un borrador del presupuesto que se necesitará para compararlo con lo que recibiría.

Analizar qué actividad sería la más indicada después de jubilarse. Lo mejor es elegir la más placentera y en la que se pueda estar en contacto con otras personas que tengan intereses similares.Pensar en la jubilación como el inicio de una "segunda vida" con tantos desafíos y oportunidades como la etapa laboral.

Los cursos de preparación para la jubilación se adaptan a las características (profesión, nivel cultural, estado de salud, etc.) de los trabajadores a los que van dirigidos. A través de ellos es posible aprender a hacer frente a los cambios de salud, a las relaciones sociales y a establecer objetivos y metas. Pese a los resultados positivos de la preparación extra para los jubilados, hoy, son todavía pocas las personas que acuden a estos cursos .Tampoco son numerosas las empresas que, han puesto en marcha iniciativas tendentes a asegurar el bienestar futuro de sus empleados.

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