Impactante

Envenenó a su esposo con un licuado y lo dejó en coma: el perro probó y murió

El hombre permanece internado en estado crítico y la mujer fue detenida.

Un impactante hecho ocurrió en un pueblito de La Pampa. Allí, un agente de policía fue envenenado por su pareja con un insecticida letal que puso en un licuado. El hombre está internado en grave estado y el pronóstico es desalentador. Por su parte, la mujer fue detenida y se negó a declarar aunque su abogado defensor aseguró que era víctima de violencia de género y que se veía imposibilitada de realizar una denuncia por tratarse de un integrante de la Fuerza. "Cada tanto iba a la comisaría y no le daban bola", insinuó el abogado.

Durante el mediodía del domingo 5 de septiembre, Gabriel Páez Albornoz (37), efectivo de la división de Seguridad Rural de la Unidad Regional en la ciudad pampeana de Toay, ubicada a 11 kilómetros de Santa Rosa, se encontraba en su descanso en la comisaría donde prestaba servicio. Allí bebió un sorbo del licuado de banana que su esposa le había preparado para que tomara en el horario del almuerzo.

Albornoz instantáneamente comenzó a sentirse mareado, con náuseas. Les avisó a sus compañeros y en cuestión de segundos cayó inconsciente al piso mientras sostenía la bebida blanca que se derramó en el suelo.

De inmediato tuvo que ser trasladado al Hospital Lucio Molas en Santa Rosa, donde quedó internado en terapia intensiva en estado crítico y conectado a un respirador artificial. Los primeros partes médicos indicaron que el hombre estaba intoxicado. Hasta ese momento, nadie sospechaba que en realidad había sido envenenado. Simplemente se creía que algo le había caído mal.

Sin embargo, todo cambió a las pocas horas de que Albornoz fuera derivado al centro médico. Compañeros del hombre llamaron al fiscal especializado en delitos contra las personas, Oscar Cazanave, de Santa Rosa. Había ocurrido un hecho extraño en la comisaría donde Albornoz había ingerido el líquido.

Según publicó Infobae, el perro de la dependencia policial había bebido restos del licuado de banana que Albornoz había tirado al piso cuando cayó inconsciente y estaba muerto.

De este modo, el fiscal Cazanave inició la investigación. En un principio se envió a analizar el líquido que el hombre había ingerido. Cuando el resultado de ese peritaje arribó a su despacho, se sorprendió. El análisis indicó que en el licuado de banana encontraron gran cantidad de restos de metomilo: un compuesto químico insecticida de amplio espectro. "Es veneno para matar moscas en criaderos, incluso se usa contra plagas domésticas y agrícolas. Es muy fuerte", dijo un investigador del caso a este medio.

Con el resultado en la mano, el fiscal Cazanave ordenó una serie de tareas para averiguar quién había colocado el insecticida en el licuado de banana de Albornoz. Así, llegaron hasta su esposa, Yanina Coronel, de 31 años, con quien el hombre tiene un hijo de 5 años.

Según indicaron fuentes del caso a Infobae, primero un vecino de la pareja, el cual comparte una pared medianera, llamó a la policía y denunció que encontró el paquete del veneno. Luego, en los allanamientos dentro de la casa de ambos hallaron el jarrón en el que la mujer había preparado el licuado. Allí tras enviarlo a peritar, descubrieron restos del insecticida que utilizó para intentar asesinar a su pareja.

Incluso se llegó a las conversaciones de ese día. La mujer le decía al hombre que ya estaba lista la comida y que pasara a buscarla por la casa. De ese modo, se ordenó la detención por el delito de tentativa de homicidio agravado.

Tras su arresto concretado en los últimos días, Coronel se negó a prestar declaración indagatoria. Sin embargo, su defensa y la familia denunció que la mujer sufría violencia de género por parte de Albornoz. Según sus dichos, el hombre la celaba y la golpeaba. Por el momento, según indicaron fuentes del caso a Infobae, no se registraron denuncias realizadas por la mujer.

Ante esto, los allegados de la mujer sostienen que en las oportunidades en que Coronel se dirigió a una comisaría a denunciarlo, los propios efectivos al reconocer que era la pareja de uno de sus compañeros no le tomaban la denuncia.

El caso continúa siendo investigado a la espera de que Albornoz se recupere para determinar si efectivamente el hombre ejercía violencia de género contra la mujer. Mientras tanto, Coronel continuará alojada en un calabozo.

Esta nota habla de:

Comentarios

  • TRONCHATORO VERGATIESA

    También pueden ir a la casa del GAUCHO LUNARI, a compartir alguna intimidad con su mujer la Gauchita del Barrio.

    Ver más

    Responder
  • Mark

    La mujer mata a su pareja y el violento es el tipo jajaja igualdad de género por favor

    Ver más

    Responder
  • TRONCHATORO VERGATIESA

    Una comisaría o un destacamento policial no es el único lugar en donde una víctima puede hacer una denuncia penal. En caso de tener inconvenientes porque la policía no le quiera recibir la denuncia, debió concurrir a UNA FISCALÍA PENAL EN TURNO en donde sí se la iban a recibir. Y pedir protección.

    Ver más

    Responder
    • Tronchatrolo

      Igualmente hasta q actúan o si actúan es deficiente la protección. En estos casos la mayoría de las veces hasta q no muere uno de los dos no es noticia y los casos siguen en aumento

      Ver más

      Responder

Tucomentario

Nombre

Más de Policiales