Fue a festejar su cumple a "Medialunas calentitas", se le rompió la silla y vivió una pesadilla

No se hicieron cargo y encima lo acosaron. Un joven salteño -cuya identidad pidió mantener en reserva- fue celebrar su cumpleaños en el local "Medialunas Calentitas", ubicado en el Paseo Salta (Hipermercado Libertad), sin imaginarse que todo terminaría en una pesadilla. 

Según contó a Que Pasa Salta, el mal momento comenzó apenas llegó y se sentó. La silla que eligió no se habría encontrado en condiciones y se rompió. Afortunadamente el muchacho no se golpeó, ni lastimó. 

Cambió de silla y continuó compartiendo con sus familiares y amigos invitados.  No obstante, lo peor vino después.  

Una vez que pidió la cuenta, le pidieron que se acercara al mostrador y el encargado lo increpó. "¿Cómo podemos arreglar lo de la silla?", le dijo a lo que él contestó: "Yo no tengo nada que solucionar con ustedes porque las sillas son de baja calidad y pretenden que se las pague". 

Tras la respuesta, lo dejaron ir no sin antes pedir su número de teléfono. Minutos después comenzó a recibir mensajes incómodos en los que el supuesto encargado lo intimaba a hacerse cargo del costo de la silla rota. A sabiendas que las instalaciones y mobiliario se debe encontrar en condiciones para los clientes, el denunciante les dijo que denunciaría a Medialunas Calentitas en Defensa del Consumidor. Así logró frenar la catarata de mensajes. 

¿Discriminación?

La altura y contextura del joven que sufrió la rotura de la silla es diferente al promedio (1,80 m. y 80 kg, aproximadamente). Sin embargo, el mobiliario debería ser apropiado para soportar a una persona esa condición física o incluso mayor. 

Caso contrario estaríamos hablando de un lugar donde sólo pueden sentarse clientes con un estándar de talla y peso determinado. Es decir discriminación. 

Más denuncias

Según relataron más salteños, el local de "Medialunas Calentitas" no tendría el mejor trato hacia sus clientes. Largas demoras de entrega de pedidos e indiferencia con los reclamos en el libro de quejas serían las más frecuentes.