Desgarradora historia

El Hogar de Ancianas Cristo Rey está viviendo su peor crisis en años: "Nos quitaron el subsidio"

Su directora, Marta Sosa, confesó la dura situación que están viviendo en la histórica institución salteña, "Son 11 abuelas que no tienen familiares y no tienen a donde ir" expresó.

Profundo dolor e indignación, es lo que provoca saber que un histórico hogar de ancianos se encuentra atrevesando la peor crisis económica de su historia.

El lugar es nada más ni nada menos que el Hogar de Ancianas Cristo Rey. Dicho establecimiento funcionó de manera ininterrumpida hace 87 años en el macro centro salteño. A través de una entrevista que le brindó a La Gaceta Salta, la directora Marta Sosa relató que los últimos años fueron muy difíciles, ya que una disminución en el subsidio que le otorgaban desde el gobierno provincial terminó en la quita del mismo, lo que imposibilita seguir albergando a las abuelas que residen adentro.

LA DURA REALIDAD QUE VIVEN NUESTROS ABUELOS

La institución queda ubicada en calle Catamarca. En el mismo viven once abuelas, algunas no tienen ningún familiar ni un lugar donde ir, por lo que su situación es de suma vulnerabilidad.

Pese a que el lugar funciona bajo la figura legal de asociación civil sin fines de lucro y que, según el testimonio de su directora, recibían ayuda financiera por parte del gobierno provincial desde el año 1999; hoy les niegan tal beneficio económico.

Sosa confesó que hasta el año pasado recibían cada mes $18.000 que eran utilizados para pagar las tarifas de servicios, otorgar una ayuda económica a los voluntarios, arreglar desperfectos edilicios y pagar gastos de mantenimiento.

Mientras detalla con preocupación lo que ocurre con el hogar, la directora tiene en mano la factura de gas de este mes. Son $6434 que deben abonar, y no tienen los medios para hacerlo.

Por lo que relató Sosa, el gobierno provincial los subsidiaba todos los meses, pero desde hace tres años que les pagan solo los meses de marzo a diciembre "como si las abuelas no comieran durante los otros meses", acota la encargada del establecimiento.

Lo que es peor, durante este año no recibieron ni un peso de la ayuda que les brindaban, comenta Sosa y agrega que "la excusa es que al hogar le falta habilitación".

LAS MIGAJAS QUE UTILIZAN PARA PODER SOBREVIVIR

En cuanto a mercadería, la necesidad no es tanta ya que sí reciben ayuda de la panadería social, y leche, azúcar y zucoa por parte de la cooperadora asistencial. Por otro lado les donan aceita, pan y otros alimentos.

Con respecto a las tarifas no pagan agua ni cable, aunque sí luz, gas y teléfono. Además algunas abuelas colaboran mensualmente y en la medida de sus posibilidades.

Lo que necesitan es que les faciliten el trámite de habilitación, para que la provincia les otorgue nuevamente el subsidio que les quitó desde este año.

Fuente: La Gaceta Salta

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