Pan, paz y trabajo

Segundo día de la novena a San Cayetano

San Cayetano dedicó su vida a la palabra y es reconocido por ser el patrono del trabajo, la prosperidad y la salud.

DIA SEGUNDO

Dios y Señor del gran Bautista, vuestro precursor insigne, a quien preparasteis con la gracias y espíritu de penitencia para que anunciase a los hombres la venida del Mesías, disponiendo los ánimos de todos para recibirlo dignamente; yo os ofrezco, Padre mío, los merecimientos de este vuestro favorecido amigo, y los de vuestro anunciado fidelísimo siervo San Cayetano, a quien desde su primera infancia infundisteis singulares privilegios y gracias, con un espíritu de penitencia tan continuada, que lejos de permitir a su cuerpo el menos alivio ni descanso, maceraba sus inocentes carnes con duras y ásperas penitencias, disponiéndose por este medio a recibir dignamente el cuerpo y sangre del Cordero Inmaculado: yo os suplico, Padre mío de mi alma, que por su intercesión me concedáis vivos y eficaces deseos de mortificar todas mis pasiones y sentidos, para que negado a todo lo que pueda lisonjear el apetito, aspire sólo a conseguir vuestra gracia, para recibiros con la disposición debida, y lo que pido en esta Novena, si ha de ser para honra vuestra y gloria de Dios. Amén.

Se rezarán tres Padre nuestros, Ave Marías y Gloria Patri al final de cada día

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