Que nadie diga nada

Intendencia santiagueña amenazó a un periodista por hablar de sobreprecios

Con una Carta Documento buscan intimidar al director del diario El Termeño por supuestos agravios a la Municipalidad de Termas y sus integrantes: "Se sintieron agraviados"

Rubén Zamorano es un joven periodista que hace más de dos años dirige, a través de la plataforma de Facebook, un medio local que da cuenta del acontecer político en la ciudad termal. Se trata del periódico "El Termeño", que en los últimos meses tuvo un crecimiento exponencial.

Según informó Visión Santiago, Zamorano vive de su trabajo como reportero gráfico freelance e incursiona también en el periodismo gráfico. Los que lo conocen saben que no se calla nada, y eso molesta e incomoda a los poderes de turno.

Tal es así, que el pasado 15 de septiembre recibió en su domicilio una carta documento remitida por el fiscal municipal, Juan Guillermo Scheytt, quien, "en nombre del Departamento Ejecutivo y Legislativo, en forma personal y siguiendo expresas instrucciones" lo intima a rectificar una nota referida a presuntos sobreprecios en las compras y contrataciones de la comuna.

Concretamente, el funcionario sostiene que la municipalidad y sus integrantes se sintieron "agraviados" y "ofendidos" porque Zamorano osó preguntarse por posibles irregularidades en la administración de los fondos públicos.

"Lo íntimo a que en el plazo perentorio e improrrogable de 48 horas ratifique o rectifique los mensajes difundidos por usted" expresa Scheytt en la misiva, refiriéndose en particular al siguiente comentario publicado por el trabajador de prensa: "...contrataciones de servicios ni compras directas con el dinero de los ciudadanos. Que, como siempre pasa, al estado municipal, le cuesta hasta cinco veces más caro ¿sobreprecios?".

La carta documento concluye con la amenaza de que, en caso de no rectificar sus dichos, el municipio iniciaría acciones legales contra el periodista.

Rápidamente, Zamorano contestó la insólita intimación negando haber cometido delito alguno. "Debo hacerle ver que no puedo rectificar unas simples preguntas. ¿O acaso vivimos en una sociedad en la que esta prohibido hacerse preguntas? ¿Prohibir que la gente se pregunte cosas no es censurar la libertad de expresión?" cuestionó.

"De hecho, quisiera aprovechar esta situación para que cualquier representante del municipio responda todas las preguntas que se hacen en esa publicación" invitó.

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