Ciberdelito

Le robaron la cuenta de Instagram con más de 300 mil seguidores y la extorsionan de la peor manera

Sol Skolnik radicó una denuncia que se tramita en la Justicia Federal.

QPS Zapping

Una instagramer argentina denuncia que le hackearon su cuenta y que le robaron más de 300 mil seguidores. El caso generó una gran repercusión hasta tal punto que la Justicia Federal tomó intervención. Además, la mujer asegura que sufrió diversas extorsiones por parte de la persona responsable del hackeo.

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"Primero me robaron el Instagram, después me hackearon el mail y finalmente el delincuente me acosaba pidiéndome fotos y videos míos para recuperar mis cuentas", cuenta Sol Skolnik, de 33 años y empleada en un restaurante de Quilmes, que comenzó su calvario digital hace menos un mes cuando fue engañada por una de las mafias internacionales que se dedica a robar cuentas de redes sociales muy populares para luego cambiar los datos, borrar las fotos y venderlas en el mercado conservando el gran valor que poseen: los seguidores.

Hoy, su caso está denunciado en la Justicia Federal. Su causa tramita en la fiscalía del fuero en Quilmes, a cargo de Adrián Rigonato. Sol todavía no pudo recuperar nada de lo que le robaron. Hoy, lo que era su cuenta está en manos de un comercio extranjero, una barbería, luego de más de una decena de cambios de nombre.

"En el momento sentís mucha bronca y al mismo tiempo la sensación horrible de que algo te falta, de que te robaron. Uno se acostumbra a interactuar por las redes sociales y yo particularmente transmitía buena onda por ahí por lo que te hace poner mal. Tratas de pensar que es solo una cuenta y listo pero no es tan así porque uno vuelca mucho de sí en esos lugares. Ni hablar todo lo que viví después con el robo del mail y el acoso de este tipo, mucha impotencia", relata Sol.

Según publicó Infobae, el robo comenzó el 3 de julio cuando Sol recibió un mensaje directo en Instagram donde le decían que finalmente su cuenta estaba apta para ser verificada, es decir, de recibir el tan ansiado tilde azul que indica que la cuenta es "oficial", que acredita su identidad.

"Yo lo había solicitado varias veces a través de la aplicación, entonces cuando me llegó el mensaje pensé que por fin habían visto mi pedido. El mensaje era de una cuenta que tenía el logo de Instagram y decía algo así como "Support IG". Entré para chequear y tenía cientos de miles de seguidores que es lo primero que uno mira para corroborar. No vi nada raro y tomé ese mensaje como válido. Fue mi primer error", continúa.

El mensaje que recibió la víctima le indicaba que para realizar el trámite de verificación debía aportar los últimos 4 números de su teléfono celular para que, a través de un mensaje de texto, le llegue un código de validación de 7 cifras. Efectivamente llegó ese número a su celular, era el "5036633". El siguiente paso era ingresarlo en el mismo mensaje directo de Instagram para, teóricamente, "comprobar" que era ella. Le hicieron repetir este paso cuatro veces y hasta llegaron a mandarle el código por WhatsApp e inclusive la apuraban diciéndole que "de lo contrario, no podemos ayudar a su cuenta y se desactivará permanentemente".

"Este paso no tiene ningún sentido en si más que darle a la víctima la sensación de que es algo real y que efectivamente se está realizando el trámite", dice Diego Migliorisi, especialista en cibercrimen.

Queda una duda: ¿cómo lograron tener el teléfono celular de Sol si ella solo había aportado los últimos 4 dígitos? "Hasta ahora es un misterio, posiblemente hayan obtenido su teléfono de una maniobra similar de hace algunos meses en la que ella hizo clic en algún link sin darse cuenta pero aún no lo sabemos", señala uno de los investigadores del caso.

Lo cierto es que una vez que le aceptaron el código la hicieron ingresar a un link que la redireccionaba a un sitio con todas las características de Instagram: su tipografía, colores y logo. Ahí le solicitaba que ingresara usuario y contraseña. "La verdad que no me di cuenta, fui una boluda que caí. Parece que no te va a pasar nunca pero era todo tan real que me engañaron".

Ya con la contraseña el delincuente se hizo de la cuenta de Instagram y cambio la clave, borró todas las fotos y modificó el nombre. Sol intentó reclamar y hasta suplicar en el WhatsApp al cual le habían mandado el código de verificación pero ya la habían bloqueado. "Te empezás a desesperar porque no entendes lo que está pasando. Encima como yo tenía un mail asociado a la cuenta, el chorro se la jugó y probó con la contraseña de Instagram a ver si era la misma en el mail y si, efectivamente, yo erróneamente tengo la misma clave para todo así que también se quedó con la casilla. Solo llegue a cambiar la de Facebook", dice la víctima.

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