Sin licencia social: la industria química que aterra a los salteños

En Salta, las actividades mineras y algunas industrias han sido fuertemente cuestionadas. En esta oportunidad, vamos a hacer referencia a una, que en principio se la catalogó como minera aunque su producción solamente sirva como explosivo o fertilizante. Se trata de la industria química bajo el nombre, Nitratos Austin.

Desembarcó en nuestra provincia en el año 2010 con la intención de radicarse en el sur, más precisamente en El Galpón. De forma sigilosa, comenzó con algunos pocos trabajadores en una oficina céntrica donde estudiarían el desarrollo del proyecto, en el que una ex funcionaria del Ministerio de Ambiente tendría una importante participación.

Más tarde la empresa tendría un nuevo gerente, Ignacio Rigou, familiar del hermano del mandatario salteño, y recibiría un primer revés cuando los galponenses decidieron dar inicio a una medida de fuerza en la puerta del predio donde se levantó la planta de producción, y la bautizaron El Tranquerazo. Con movilizaciones y un acampe visibilizaron la compleja situación de permitir la instalación de una industria de estas características.

Tal fue la presión ejercida, que desde ese momento se han alcanzado varias inspecciones y el logro más importante, fueron más de 20 observaciones del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) sobre el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) promovido por la ingeniera María Laura Ríos, quien además de su trabajo privado en la empresa, fue la funcionaria con la "importante participación" de la que hablamos. 

La ingeniera en recursos naturales, hizo su paso por el Programa de Fiscalización Ambiental y luego en el área de Industria. Para los vecinos, la participación de Ríos, como la de Rigou resultó determinante para que Nitratos Austin continúe sus tareas, saltandose los informes del CIF y la licencia social.

Austin Powder, la empresa estadounidense representada por Nitratos Austin en Argentina, intentó conquistar corazones en este pueblo del sur salteño con una promesa difícil de rechazar para los locales, "oferta de trabajo". Más tarde, trascendió que ésta no sería del todo efectiva, ya que únicamente puestos no jerárquicos quedarían en manos de los salteños y estos no alcanzan a satisfacer la enorme demanda laboral existente. Para muchos, la promesa fue "sobredimensionada" ya que contemplaba todas las etapas de la planta (proyección, construcción, pruebas, etc.), y en la mayoría de los casos no sería trabajo formal y estable.

La polémica impulsó a la Justicia local a tomar cartas en el asunto. Resultaba inevitable que, ante las observaciones del CIF, la palabra de cientos de profesionales, y la expresión popular, un juez no solicite ampliar las investigaciones sobre Austin. Esto tendría curso en anuncios, aunque la ejecución haya decepcionado a los ciudadanos. "El juez Fucho inspeccionó la planta en etapa de construcción, pero no hubo profesionales en materia ambiental ni representantes del pueblo", lamentó uno de los referentes.

Además, la Justicia local tampoco analizó el cuestionado subsidio que recibió la empresa extranjera radicada en El Galpón. La producción requiere gas natural como materia prima, y aunque desde la empresa aseguran que el gas subsidiado no sería usado directamente en el producto, esta duda se extendería. Los salteños aseguraron a Nitratos Austin hasta 250 mil metros cúbicos diarios de gas en un valor que todo hogar envidiaría.

"Austin pagará por cada millón de BTU (unidad de comercialización equivalente a 27 metros cúbicos) solo 2,60 dólares. Ese precio, que fue pactado en el acuerdo, es tres veces inferior a los 7,50 dólares que acaban de fijarse para el gas de nuevos pozos argentinos", informó diario El Tribuno.

Con un clima de resignación la empresa continúa avanzando camino a ser productora de nitrato de amonio, un fertilizante rico en nitrógeno con un destino particular, el 85% de la producción se utilizará como explosivo, y solo el 15% restante para la demanda agraria, sobre las 75 toneladas de producto.

A la fecha, Austin Powder sigue siendo noticia, no por elevar la calidad de vida de El Galpón, sino por diferentes accidentes que en el camino preliminar no deja de sembrar inseguridad.

Un parecido peligroso

Mientras se daba esta discusión en Salta, un terrible accidente quedaría en el historial de la industria del nitrato de amonio. En el año 2013, West Fertilizer situada en un pequeño poblado de Texas sufrió una descomunal explosión que no solo terninó con la actividad de esta industria química, sino que destruyó cerca de 50 viviendas, acabó con la vida de 35 personas y dejó un saldo de más de 200 heridos.

Si bien la justicia de lo que sería el primer mundo no esclareció el origen del accidente, los profesionales en la materia coincidieron en que fue el nitrato de amonio. Curiosamente, las instalaciones previstas para nuestra provincia tendrían fuertes similitudes con la accidentada en Texas West.