"Inventaron cualquier cosa": la grave acusación en el crimen de Cintia Fernández

Luego de que uno de sus defensores de Mario Federico Condorí, por el homicidio de Cintia Fernández, solicitara al Tribunal la incorporación de un testigo, el querellante Pedro García Castiella, calificó este acto como "absurdo" y "patético".

Castiella detalló por el programa De Buena Fuente, que los defensores "inventaron cualquier cosa" e hicieron perder tiempo en la causa porque la testigo es una persona que sufre adicciones a las drogas.

El abogado aclaró que la mujer dio falso testimonio sobre una tarjeta de crédito y que fue comprobado por la justicia.

En esta línea, dijo que gracias a que la madre de la víctima, Ana Fernández, tenía en su poder este objeto, se pudo cruzar la información con los movimientos bancarios y con las imágenes de las cámaras del lugar donde ocurrieron las compras. Así se logró desetimar el testimonio de la defensa.

Por otro lado, un amigo de Cintia relató que el 19 de abril de 2011 viajó a la ciudad de Salta por un problema de salud de su esposa y permaneció en la Capital durante cinco o seis días. En ese lapso recibió un mensaje de Cintia. Precisó que no hablaba con ella desde hacía mucho tiempo y que se habían visto por última vez en su casamiento.

La joven le preguntó si conocía a algún jefe en el Departamento de Trata de Personas de la Policía porque tenía problemas con una persona que trabajaba ahí, quien le había retenido una computadora.

El testigo contó que la puso en contacto con un oficial que conocía en esa área y la charla culminó ahí.

Luego, de regreso en Orán, le envió un mensaje a Cintia por messenger para preguntarle si había solucionado el problema y ella le respondió que sí, sin darle mayores detalles.

A partir de ahí siguieron conversando por esa vía, el 26, 27 y 28 de abril, siempre por la noche, a partir de las 23.