Escándalo mundial

La sinceridad de un cardenal: "Violar a una niña es menos grave que un aborto"

La frase del italiano Giovanni Battista causó el gran repudio de muchas personas a lo largo del mundo.

Los medios de comunicación y las redes sociales vuelven a llenarse de titulares sobre la escandalosa declaración que el cardenal italiano Giovanni Battista Re, hizo hace más de 10 años en relación al así llamado 'caso Recife' que entonces estremeció a Brasil. "La violación es menos grave que el aborto, siempre se debe proteger la vida", dijo entonces el monseñor Re.

Nueva oleada

Diez años más tarde, la 'noticia' vuelve a estar en el centro de atención de medios de comunicación, en particular latinoamericanos, que a lo largo de los últimos días vienen citando las palabras de Giovanni Battista Re, provocando indignación en parte de su audiencia.

"Así, fuera de contexto, la frase parece una justificación, casi una santificación de la violación de menores", escribió en su perfil de Facebook un usuario de la red social. "Es una publicación con toda la mala intención del mundo", "lo hacen para atraer a los lectores", comentan otros.

El 'caso Recife' se remonta a marzo de 2009, cuando un arzobispo de la ciudad brasileña de Recife excomulgó a la madre de una niña de 9 años, que abortó después de quedar embarazada tras ser violada por su padrastro, así como a los médicos que llevaron a cabo la operación. La menor estaba embarazada de gemelos.

Excomunión automática

En medio de la polémica, el cardenal italiano y el presidente emérito de la Pontificia Comisión para América Latina, Giovanni Battista Re, realizó una declaración que escandalizó al mundo entero y que esta semana ha vuelto a resurgir.

"Es un caso piadoso pero el verdadero problema es que los dos gemelos eran personas inocentes, tenían el derecho a vivir [...]. La excomunión para los que han inducido el aborto es simplemente porque esta operación significa la supresión de una vida inocente", afirmó el cardenal.

Según la ley canónica de la Iglesia católica, un aborto no espontáneo equivale a un homicidio y se condena con excomunión automática, explicó el arzobispo.

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