En Córdoba habrá tres candidatas trans en las elecciones: ¿Y en Salta?

Tres compañeras trans militantes de la organización LGBTI 1969 y el Polo Obrero van en las listas del Frente de Izquierda para las elecciones del 12 de mayo en Córdoba. Valeria Olariaga y Delfina Cabrera para la legislatura, y Katia Calderón para el Concejo Deliberante de la capital, que desarrollarán en la campaña los reclamos de las disidencias sexuales por la inclusión laboral trans y la adhesión a Ley Nacional de Identidad de Género.

Estas resoluciones se definieron este sábado en una gran Asamblea de Mujeres y disidencias que tuvo lugar en la Facultad de Psicología en apoyo al Frente de Izquierda para dar impulso a la presentación de proyectos de ley sobre los puntos antes mencionados.

En 2018 ocurrieron 147 crímenes de odio en Argentina. En el 64% de los casos, las víctimas fueron mujeres trans y travestis. En segundo lugar, los varones gays sufrieron el 28% de los ataques; las lesbianas, el 7% y, por último, los varones trans, el 1%.

El 46% de los casos corresponden a asesinatos, suicidios y muertes por ausencia y/o abandono estatal. El 54% corresponde a lesiones y violencia física que no terminó en muerte. Los datos recabados, sin embargo, no son completos, pues la estadística recoge los datos surgidos de los medios de comunicación. Es de prever, por lo tanto, que son muchos más.

La expectativa de vida de las mujeres trans y travestis no supera los 35 años mientras la marginalidad social e institucional les expulsa tempranamente de sus familias, de las escuelas y los centros de salud. Pero también porque la marginalidad laboral orilla a una gran mayoría a la prostitución con los riesgos y consecuencias gravísimas que esto implica.

Las candidatas

Valeria Candela Olariaga: tiene 32 años, es candidata a legisladora por la provincia de Córdoba por el FIT .Tiene título de peluquera y auxiliar de enfermería y actualmente vive con su pareja en Barrio Arenales de esta ciudad. Vale, desde adolescente, ejerce la prostitución y nos comenta: "Empecé a laburar en la calle desde los 15 años de martes a domingo. Antes era joven y aguantaba. Se vive mucha violencia y situaciones muy feas. Ahora no aguanto más ya me canse de esta vida. Por eso comencé a organizarme en la 1969 LGBTI para luchar por la Inclusión laboral trans, necesitamos un trabajo formal en blanco, estable con obra social y que se nos respete como seres humanos que somos."

Delfina Ailen Cabrera: tiene 47 años también es candidata a legisladora por la provincia de Córdoba por el FIT. Es peluquera y además delegada barrial en la asamblea de la organización de desocupados Polo Obrero de Barrio Comercial donde lucha por trabajo genuino y por vivienda digna. Delfina, "La Turca" como le llaman en el barrio, afirma: "A pesar de momentos difíciles que pasamos por nuestra identidad de género, viví momentos felices cuando fui abanderada en el colegio secundario. Ahora levanto la bandera del Polo Obrero con el mismo orgullo, ya que luchar codo a codo con las compañeras de los barrios y sus familias me da fuerza de salir adelante y cambiar esta situación social que vivimos. Por eso voy de candidata a llevar la lucha de las compañeras trans de los barrios y de todas las vecinas que son abandonadas por todos los gobiernos".

Katya Aimet Calderón: tiene 27 años es candidata a concejal a la ciudad de Córdoba por el FIT. Ella es activista trans en la agrupación 1969 LGBTI. Luego de egresar del secundario comenzó a trabajar en diferentes empresas de limpieza hasta llegar a ser encargada del servicio, además es depiladora profesional. Nos comenta: "mi familia está compuesta por 6 hermanos y mi mamá, mi papá falleció cuando tenía 6 años. Actualmente vivo con mi madre, mi pareja y una hermana. Me acerqué a la lucha por los derechos del colectivo trans cuando quedé desempleada en 2017 tras 5 años de estar en una empresa de limpieza que perdió una licitación y quedamos todas las trabajadoras en la calle. Desde ese momento empecé a ejercer la prostitución para sobrevivir, pagar las tarjetas, servicios, todo. Me di cuenta que ese es el único destino que el Estado tiene para nosotras y decidí sumarme para luchar por la inclusión laboral trans, no solo por mí, sino por las que vienen. Además por el cumplimiento efectivo de la ley de identidad de género, que en la actualidad solo se cumple para tener el DNI y nada más. No existe cobertura de salud, ni educación que nos incluya, es más sectores ligados a las iglesias nos atacan y no quieren que se aplique la ESI (Educación sexual Integral) que nos ayudaría a generar una escuela sin discriminación y sin violencia para nosotras". Además agrega: "hemos realizado talleres de ESI en varias escuelas secundarias y primarias de Córdoba con alumnos y docentes donde han salido debate enriquecedores llenos de amor y conciencia de que otra sociedad es posible".