Una fiesta clandestina en San Lorenzo dejó como saldo a dos menores brutalmente golpeados, lo que reavivó el reclamo del Concejo Deliberante sobre la falta de acción de fiscales y jueces.
Un hombre de Rosario de la Frontera organizaba fiestas todos los fines de semana en su casa, donde participaban niñas y se escuchaban gritos y llantos, además de la música.
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