Embarazo adolescente en Argentina: se redujo casi a la mitad entre 2010 y 2022
Un logro atribuido a las políticas públicas de salud sexual y reproductiva.
Entre 2010 y 2022, los embarazos no intencionales en adolescentes en Argentina se redujeron casi a la mitad, de acuerdo con datos oficiales del INDEC. Especialistas destacan que esta disminución es resultado de la aplicación sostenida de políticas públicas como la Ley de Educación Sexual Integral (26.150) y el Plan ENIA (Embarazo No Intencional en la Adolescencia).
Ambas iniciativas permitieron garantizar el acceso a información confiable, consejerías personalizadas y métodos anticonceptivos en las provincias más afectadas, logrando un impacto real en la vida de miles de jóvenes.
Políticas que marcaron la diferencia
El Plan ENIA instaló equipos locales en 12 provincias y acercó acompañamiento comunitario en los barrios, lo que permitió llegar de manera directa a adolescentes con herramientas de prevención. Según los organismos que monitorean estas políticas, los resultados confirman que invertir en salud sexual y reproductiva ayuda a reducir desigualdades, ampliar derechos y generar más oportunidades para los jóvenes.
El respaldo de los datos
Los censos nacionales de población 2001, 2010 y 2022 reflejan esta transformación demográfica. A la vez, un monitoreo ciudadano de políticas públicas, con apoyo técnico y financiero del Consorcio Latinoamericano contra el Aborto Inseguro (CLACLAI), subraya la necesidad de seguir fortaleciendo el acceso a servicios de salud reproductiva en todo el país.
Desafíos pendientes
Pese a los avances, en provincias como Salta preocupa el aumento de diagnósticos de VIH, con casi un caso diario, principalmente entre jóvenes de 20 a 39 años. Para los especialistas, esta situación confirma que los logros en reducción de embarazos adolescentes deben complementarse con estrategias más integrales de prevención de enfermedades de transmisión sexual.


Mi hedionda sin piedad con los tipos, todavía la mantengo
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