Cómo amar a cada signo: los secretos para hacerlos feliz
Te compartimos el artículo del sitio Entre Mujeres que hizo furor.
ARIES: Si deseas realmente amar a alguien nacido bajo el signo de Aries, tendrás que aprender a amar a un guerrero activo.
Aries es extremadamente apasionado. Para no sentir que su presencia te abruma, será importante que lo ayudes a desarrollar la valentía de no temer a sí mismo. Aries necesita sumergirse en sus propios deseos sin sentirse juzgado por ser audaz o impaciente. Tiene una aspiración muy intensa y necesita expresarla; si no lo hace, pasará su tiempo fantaseándola y anhelándola. Imagínalo como un sediento en el desierto que solo piensa en el agua; de manera similar, Aries solo pensará en su deseo frustrado. Si amas a Aries, no hay nada mejor que permitirle explorar y perseguir sus ambiciones, vivir esas experiencias que anhela profundamente, ya sea para alcanzarlas y superarlas o para aprender y redirigir sus propósitos. Deberás ser hábil para no convertirte en su obstáculo o su juez. Es preferible que la vida misma sea su maestra, en lugar de intentar domesticarlo, encarcelarlo o enseñarle.
TAURO: Si deseas realmente amar a alguien nacido bajo el signo de Tauro, tendrás que amar a un amante de la vida.
No lo apresures ni lo agobies con tus preocupaciones. Permítele tiempo para que pueda abrazar sus propias necesidades y disfrutar cada momento. Tauro necesita detenerse y observar cada detalle sin interferencias ni prisas; necesita centrar su corazón en un ritmo pausado para apreciar la belleza de cada momento y cada experiencia. Tauro incorpora la vida y valora la existencia como algo inherentemente hermoso. Lo que necesita es simplemente estar en espacios de serenidad. Pide respetar sus propios ritmos para conectarse profundamente con el valor de las experiencias más simples, que a menudo ignoramos por considerarlas triviales: una ducha relajante, un aroma agradable, un sabor delicioso, un vaso de algo refrescante, una melodía revitalizante; son estos momentos simples los que le proporcionan energía y le permiten conectarse de manera misteriosa con la esencia fundamental y renovarse en cuestión de segundos.
GÉMINIS: Si deseas realmente amar a alguien nacido bajo el signo de Géminis, tendrás que amar a un espíritu inquieto y conectado.
Géminis te invita a vivir en libertad y a estar dispuesto a reinventarte. Es tiempo de cuestionar todo lo que creías saber sobre ti mismo y permitirte ser transformado. Géminis te anima a explorar un mundo más allá de lo que ves, a escuchar más allá de lo que oyes y a sentir más allá de lo que tocas. Necesita jugar, experimentar y cambiar constantemente sin sentirse juzgado por ser inmaduro o inestable. En este movimiento constante, será difícil atraparlo con intentos de control o domesticación. Amar a Géminis significa permitirle evolucionar en sus estados de ánimo sin tomarlos de manera personal, ya que está en un constante viaje de exploración de su identidad entre un gemelo sensible y otro racional, siempre cuestionándose y redefiniéndose. Si intentas limitarlo o encerrarlo, será una experiencia terrible tanto para Géminis como para ti.
CÁNCER: Si deseas realmente amar a alguien nacido bajo el signo de Cáncer, tendrás que amar a un protector de la seguridad emocional.
Cáncer te invita a adentrarte en las profundidades de tu ser. Estimula el compromiso y te inspira a definir tus objetivos en la relación de manera rápida. Necesita seguridad emocional, lo que significa que debes conocerte a ti mismo en profundidad y estar en sintonía con tus emociones más profundas. Si amas a Cáncer, deberás explorar tu esencia más esencial, tu alma y tu origen, incluso si eso implica enfrentar heridas olvidadas y antiguos dolores. Esta conexión te llevará a abrazar un amor sin heridas ni rencores. Vale la pena el viaje hacia lo desconocido de uno mismo, ya que en Cáncer has encontrado un refugio del frío mundo exterior, un lugar para desarrollar una ternura que puede sanar incluso el corazón más endurecido.
LEO: Si deseas realmente amar a alguien nacido bajo el signo de Leo, tendrás que amar a un ser expresivo y radiante.
Leo te invita a tener el coraje de vivir con amor como una cualidad que se extiende más allá de las relaciones personales. Leo necesita ser una fuente de ternura disponible para los demás. Has encontrado a alguien que se expresa desde su autenticidad para reconocerse a sí mismo. Se nutre del amor y la aceptación de su entorno. Leo no teme su sensibilidad y no se avergüenza de mostrar su corazón; convierte la vulnerabilidad en pasión y la sensibilidad en apertura hacia los demás. Si intentas ser la única fuente de su atención y afecto, Leo se marchitará y se convertirá en un tirano. En cambio, si lo animas a explorar su capacidad para conectar con otras almas, Leo florecerá y llenará su entorno de alegría. Permítele volar sin miedo a la traición, ya que puedes confiar en sus acciones y palabras. En Leo, has encontrado a alguien cómodo habitando la bondad y la decencia.
VIRGO: Si deseas realmente amar a alguien nacido bajo el signo de Virgo, tendrás que amar a un observador minucioso y comprometido.
Acompañar a Virgo puede no ser tarea fácil, ya que representa un desafío importante. Virgo te invita a dejar de lado tus deseos egoístas y estar dispuesto a ocupar un lugar menos destacado. Sus cualidades innatas son el servicio, la entrega y la humildad, lo que a veces puede parecer irritante o interpretarse como sumisión, debilidad o servilismo. También puede ser complicado lidiar con su tendencia a la crítica, la meticulosidad y la obsesión por el perfeccionismo. Virgo siempre busca un orden interno que parece escapársele, y su constante insatisfacción puede parecer exasperante.
LIBRA: Si en verdad amás a Libra deberás amar a un ser que siempre desea de a dos.
Junto a Libra deberás entender cómo es vivir en un eterno doble vínculo entre las necesidades propias y las ajenas. Libra se balancea entre lo que piensa y lo que siente, entre lo que racionalmente corresponde y lo que capta intuitivamente. Necesita integrar siempre intelecto y sensibilidad como dos polos de sí mismo que se liberan y se potencian. Si amás a Libra, deberás transformar tu modo individualista de vivir en el mundo para abrirte a los otros y a sus necesidades. Aprender a sincronizar en igual medida la objetividad de tu mente junto a un corazón inclusivo. Claridad y amor en su máxima expresión con conciencia y compromiso en cada momento. Libra invita a moverse de a dos, a encontrar la rítmica unión de mente y alma. Aunque puede parecer excesiva la exigencia, vivirás la maravillosa calma de este encuentro exquisitamente complementario donde puede descansar tu alma fatigada. Agotado de oscilar buscando amor de un lado al otro, si amás a Libra sentirás una aceptación integral, como un encuentro de almas que se reconocen en su larga marcha.
ESCORPIO: Si en verdad amás a Escorpio deberás amar a un detective emocional.
A Escorpio se lo va develando de a poco. El descubrimiento de su potente y compleja profundidad te mantendrá atrapado e intrigado en sus misterios psicológicos. Profundo, sólido y oculto como las raíces que esconden toda la fuerza vital de lo que crece. Junto a Escorpio debés acceder a lo invisible, a lo que está bajo tierra en su compleja personalidad. Escorpio no le teme a los desgarros de la vida, más bien le intrigan, encuentra las dos caras en cada situación, ante cada crisis o cada final se pregunta: ¿será muerte o será renacer? Escorpio no puede olvidar, tiene una mente tan potente donde no existe el pasado, todas las cosas son ahora. Sabe observar los hechos en su totalidad con plena conciencia y contacto ante los momentos más oscuros, que lejos de asustarlo lo excitan a convertirse en buscador de nuevas respuestas trascendente. Te has enamorado de un detective de la vida.
SAGITARIO: Si en verdad amás a Sagitario deberás amar a un buscador de la verdad.
Junto a Sagitario deberás lidiar con un mundo de oscuridad pues suele proyectar los males en quienes lo rodean por pretender ser pura luz. Quizás lo veas muy avocado en sostener con fuerza a su familia y a su profesión, ocupado en el mundo de lo concreto distrae su verdadero anhelo por lo místico. Confundiendo su pasión por lo espiritual en logros mundanos, deambula insatisfecho entre conquistas sociales siempre anhelando mayores logros. Cuando su mente valiente logre entregarse a su alma, se liberará de su anhelo de poder social y de su avidez económica para aventurarse a la grandiosa esfera de lo espiritual. Cada vez que se golpee con los duros enfrentamientos al que su espíritu caballeroso lo enfrentará en la vida cotidiana, deberás aprender a correrte de ser el blanco de sus enojos. Maldecirá en forma reiterada la avaricia y la codicia del hombre y, finalmente, si sigues a su lado, lo verás cansado de su necesidad de reconocimiento social para comenzar finalmente el maravilloso viaje de aventurarse a mirar hacia arriba para ver a Dios cara a cara.
CAPRICORNIO: Si en verdad amás a Capricornio deberás amar a un constructor de la excelencia.
Junto a Capricornio desarrollarás compasión y tolerancia ante su intento de imponer el poder de su verdad, pareciendo exigente, dogmático y duro. Vive en contacto con lo que percibe es el modo correcto "de hacer las cosas", casi como lector de la justicia divina. Capricornio vive anhelando que el mundo esté en paz, ordenar cada situación y poner a cada persona en el lugar que le corresponde. Puede generar, con esta actitud, muchos rechazos por vivirlo como excesivamente moralista o autoritario. Si lográs estar a su lado sin sentirte continuamente sentenciado o juzgado atravesarás su muro defensivo para conocer su esencia a donde fluye sin problemas ante cada situación por más difícil que esta sea. Capricornio desarmado de su estilo sentenciante y autoritario es puro corazón, su ego se hace transparente y reluce con energía compasiva y amor resplandeciente para ponerse al servicio de tus necesidades. Comprometido y sincero has encontrado a un excelente socio de la vida.
ACUARIO: Si en verdad amás a Acuario deberás amar a un buscador de lo diferente.
A su lado vivirás un amor desapegado donde no hay extraños en el mundo, sólo amigos que aún falta abrazar. Su esencia es inquieta y vinculante, no puedes encasillarlo a una rutina o a un único interés. Amigos y actividades insólitas y variadas serán necesarios para que Acuario pueda sentirse bien. Su mente va y viene entre el presente y el futuro, cada tanto desconecta, se va un ratito y después vuelve, no lo tomes como un desinterés, aceptalo como es. Siempre interconectando con otros tiempos, con otros espacios, en misteriosa unión con el futuro, en extraños silencios donde fecunda originales mañanas. Ellos respiran la luz del futuro por lo que la conexión con el presente puede resultarles incómoda aunque intenten aceptarlo en rudimentario estado. Puede que se adapte a la formalidad y al compromiso que le pedís, pero siempre resolverá de maneras diferentes a lo pautado; si superás la tendencia a juzgarlo como rebelde o poco comprometido, sus propuestas resultarán siempre más creativas y liberadoras.
PISCIS: Si en verdad amás a Piscis deberás amar a un soñador resonante.
Muchas veces el pisciano puede mostrarse muy reactivo o agresivo a modo de defensa ante su híper sensibilidad. Junto a Piscis verás que tu razón se tambalea sin fundamentos frente a los hermosos sueños que este signo te invita a vivir. Perdido en actividades insustanciales e ilusiones enmarañadas, de pronto verás a tu ser comenzando a buscar lo divino por sospechar que tu vida no se ha realmente vivido. En estas mágicas búsquedas puede nacer lo inesperado y encontrar nuevas esperanzas. Piscis te invita a superar la supremacía de la mente racional para abrirte a los abismos de la sensibilidad y de la intuición. Si te animás a soltar la lógica intelectual, reconocerás el cansancio de vivir identificado con tu ego y florecerá el amor en cada esquina de tu alma. Cansado de tus propias vanidades percibirás que para descubrir la magia del mundo hay que vencer la neurosis individual. Sospecharás que el alma tiene sus propias intenciones con lo que creemos que es nuestra vida. Con Piscis resignificarás lo que antes nombrabas "fracaso", pues muchas veces una ganancia para el alma significa una pérdida para el yo. Te animarás a decir no a la rudeza y al descuido, a superar la timidez y la vergüenza de mostrar tu amorosa sensibilidad. Lograrás sentir la bondad en los huesos, en la cabeza y en el corazón para reanimar la conexión con los demás de manera más auténtica y cariñosa.
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